Cicinho es el futbolista más menudo y liviano de la actual plantilla del Sevilla. Ni siquiera Jesús Navas pesa menos que el lateral brasileño, que mide 1,73 y apenas pasa de los 60 kilos (63 según la medición reflejada en la web del club). Sin embargo, no es ésta la razón por la que esta misma semana ha comenzado un plan específico para su fortalecimiento físico, aunque también influye. El preparador físico de Míchel le ha diseñado al futbolista de Jundiaí un programa específico para que aumente su potencia muscular y su peso, dado que el bagaje físico que trae de Brasil se puede mejorar bastante. Máxime teniendo en cuenta que Cicinho apenas lleva tres años en la élite, desde que ascendiera a la primera categoría con el Santo André, antes de firmar en enero de 2011 por el Palmeiras.

Ni siquiera jugadores que miden varios centímetros menos que Cicinho pesan menos que él. Quien más se acerca a sus 63 kilos es lógicamente Jesús Navas (1,72 metros y 64 kilos), un portento que se caracteriza por su delgadez y lo magro de su fibra muscular. Pero el contraste es enorme si lo comparamos con Trochowski (1,68 y 73 kilos), Medel (1,71 y 76 kilos) o Fernando Navarro (1,76 y 70 kilos).

El brasileño, para mejorar la función defensiva de un lateral, debe ganar potencia en el tren inferior. Así lo entiende José Vallejo, responsable de la parcela física en el cuerpo técnico de Míchel. En consenso con Felipe del Valle, nutricionista y responsable de los análisis de impedancia para medir las proporciones grasas y musculares de cada futbolista, Cicinho tendrá trabajo de gimnasio para fotalecer tanto las piernas como el tren superior, aunque el plan será aplicado paulatinamente para no sobrecargar al menudo jugador y no impedir que pueda realizar los entrenamientos normales. El fortalecimiento muscular debe estar muy vigilado para evitar sobrecargas y lesiones.

Todo viene por un desfase con respecto a la preparación de Brasil. En el país futbolero por antonomasia la preparación física tiene un plano secundario con respecto a España. Allí el talento técnico prima sobre la fuerza y el fondo físico y los futbolistas que destacan por ésta, como le ocurría al ex sevillista Julio Baptista, o a Ronaldo, o como ahora le ocurre a ese portento que es Hulk, es más por naturaleza que por preparación. Además, Cicinho, que acaba de cumplir 26 años, apenas llevaba tres temporadas en la élite, tras el ascenso a primera categoría del Santo André y su año y medio en el Palmeiras, con el que debutó en enero de 2011. Es cierto que en el equipo de Luiz Felipe Scolari acumuló más de 80 partidos en año y medio, con el consiguiente fortalecimiento en un equipo de élite. Pero anteriormente había estado en equipos de segunda fila, como el Oeste Futebol Clube (2008-09) o el Ituano (2007), club en el que sólo jugó en el segundo equipo.

En su tránsito por estos clubes que en España serían equiparables a Segunda División B, o incluso categorías inferiores dado ese desfase de preparación, Cicino apenas ha pisado un gimnasio, algo que sí es habitual en España. La disciplina y la ilusión del jugador, que se sorprendió al llegar de la dureza de los entrenamientos físicos, palia ese pequeño déficit.