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Lo que pasa en el agua allí se queda

  • Mario Villegas. Jugador de la categoría cadete en el Club Waterpolo Dos Hermanas.

Con tan sólo cinco años, Mario se familiarizó con las piscinas y el cloro. Empezó a practicar natación en el polideportivo de San Pablo, para después continuar en la escuela de Dos Hermanas. Con el tiempo, llegó a aburrirse. Entre brazada y brazada, Mario veía jugar a los chicos de waterpolo. Aquel deporte llamó su atención. Decidió probar y se enganchó. Tenía once años.

Desde aquel momento, Mario siempre ha estado ligado al waterpolo. Comenzó a jugar en la categoría alevín de segundo año y participó en varios torneos. Poco a poco fue mejorando "para jugar con los más grandes". En su segundo año de infantil ya formó parte de la selección andaluza de waterpolo y disputó el Campeonato de España de Federaciones Internacionales en 2010, consiguiendo la medalla de bronce.

Actualmente, es cadete de segundo año. A finales de julio viajó a Canarias con el resto del equipo para jugar la previa del Campeonato de España. Pese a los nervios iniciales y a que no se pudieron clasificar para la fase final -quedaron cuartos-, Mario recuerda aquella experiencia con mucha alegría y como una de las mejores de su vida: "Jugué con chicos que tenían un año o dos más que yo, que están en la categoría juvenil, y contra equipos que son muy buenos. Es en esos partidos cuando te das cuenta de verdad de todo lo que esto supone".

El futuro de este sevillano de 16 años pasa por seguir vinculado al waterpolo "por lo menos hasta que termine el Bachillerato". Le gustaría convertirse en profesional, pero es consciente de que su deporte, aunque tenga cierto público, no dispone de la proyección de la que sí gozan otros como el fútbol o el baloncesto, por lo que vivir "sólo de esto es muy difícil, a menos que seas muy bueno", reconoce. Él quiere tener una carrera y un buen trabajo: "Nunca se sabe hasta dónde vas a llegar, por eso hay que tener un plan alternativo".

Uno de los sueños de Mario, que habitualmente juega en la posición de boya o en los extremos, es formar parte del equipo de Primera Nacional, que ya se ha asegurado la permanencia: "Sé que es una meta muy complicada porque hay mucha gente buena por delante de mí que lleva más tiempo que yo", dice. Mientras tanto, el objetivo inmediato de Mario y sus compañeros pasa por volver a clasificarse para el Campeonato de España.

El waterpolo es un deporte de mucho contacto, pero la rivalidad nunca debe sobrepasar los límites de la piscina, aunque se trate de un partido importante y la tensión se palpe en el ambiente. "Nosotros tenemos una filosofía según la cual lo que pasa en el agua se queda en el agua". Gracias a ello y a un poco de suerte, Mario sólo ha sufrido una lesión grave: una rotura de nariz que lo obligó a estar un tiempo alejado del agua.

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