A ellos no les hace falta que les abran las puertas del entrenamiento para que unos miles de aficionados les expresen lo que supone un derbi. Conocen de pe a pa las particularidades de estos partidos porque en su formación como futbolistas se han forjado, sobre todo, en esos partidos a cara de perro ante el enemigo por antonomasia. De derbis le van a hablar a Cañas o a Jesús Navas, con la de esos partidos especiales, en albero y luego en hierba, que han jalonado su trayectoria hasta el primer equipo.

Y ahora que el Betis ha presentado su ambicioso programa Heliópolis, que pretende potenciar el protagonismo de jugadores de su cantera en su primer equipo, no está de más repasar la aportación desde una acera y otra desde que ambos ascendieron en aquella temporada 2000-01: en este siglo XXI, pues.

Una mirada panorámica revela que el Betis gana por goleada al Sevilla en el número de jugadores forjados en sus potreros: fueron 90 los de la cantera verdiblanca que tomaron parte en los 18 partidos de Liga disputados desde 2001. Evidentemente, no fueron tantos jugadores distintos: 10 de esas 90 veces, por ejemplo, corresponden al mismo exponente, Joaquín.

En cambio, sólo fueron 55 los sevillistas que defendieron la camiseta de su equipo en un duelo de máxima rivalidad sevillana en ese mismo tiempo.

De esos 18 derbis desde la campaña 2001-02 hasta la 2011-12 (en 2009-10 y 2010-11 no hubo partidos de rivalidad al militar el Betis en Segunda), en los primeros 16 hubo más canteranos béticos que sevillistas. Y, curiosamente, sólo en los partidos de la pasada Liga se rompió esa tendencia.

En el encuentro de la primera vuelta, en el Villamarín, actuaron por el Betis tres jugadores formados en sus escalafones inferiores: Isidoro, Cañas y Pozuelo. Técnicamente, Casto y Beñat, aunque jugaran en el Betis B, no pueden considerarse canteranos, como tampoco los sevillistas Fazio o Hiroshi. Por el Sevilla, en cambio, jugaron Javi Varas, Luna, Jesús Navas y Reyes (4).

En la segunda vuelta en Nervión, sucedió lo mismo. El Sevilla dispuso a Javi Varas, Luna, Cala, Jesús Navas, Reyes y hasta Luis Alberto, que actuó unos minutos. Fueron 6, la cifra más alta de canteranos sevillistas desde que el equipo ascendió con Caparrós en 2001.

Quienes defienden que una mayoría de jugadores criados en el propio vivero garantizan una mayor competitividad en los derbis, no encuentran un argumento a favor con lo sucedido la pasada Liga: el Sevilla empató un partido y perdió otro.

Al Betis le pasaba lo mismo: no ganó la mayor parte de derbis con más canteranos. En la campaña 2001-02, Juande Ramos alineó hasta a seis jugadores procedentes del filial en Nervión: Juanito, Rivas, Joaquín, Merino, Cañas y Capi; en la segunda vuelta en Heliópolis, lo mismo: cambiando a Merino por Dani. En el Sevilla de Caparrós, Víctor Salas y Reyes actuaron en casa y Prieto, Gallardo y Reyes a domicilio.

Las sucesivas temporadas con Víctor Fernández, Serra, Irureta, Luis Fernández y Chaparro en el banquillo verdiblanco, siempre se repitió la misma tendencia. Más canteranos béticos que sevillistas. Hasta la pasada Liga.