El deseo contra la realidad

Míchel sigue pendiente de Kondogbia, que ayer se retiró nuevamente con molestias, para definir un centro del campo clave para la intensidad · La fuerza de Babá y la moral de Reyes deben paliar el déficit

Míchel da instrucciones a Jesús Navas, Medel y Kondogbia antes de que éste se retirase.
Míchel da instrucciones a Jesús Navas, Medel y Kondogbia antes de que éste se retirase.
Eduardo Florido / Sevilla

24 de noviembre 2012 - 05:02

El deseo de Míchel es responder a las expectativas que el sevillismo ha venido poniendo en su equipo cada vez que ha hecho un gran partido. Tras la intervención pública de José María del Nido exigiendo a sus jugadores que no sean cicateros a la hora de mostrar todo su potencial, con esa pregunta tan directa de por qué no lo hacen todos los domingos, el entrenador sevillista quiere responder dándole continuidad a la goleada en el derbi con un golpe en la mesa, para demostrar de paso a todo el sevillismo que él es el primero que quiere prolongar en el tiempo esa imagen. La realidad es que el Sevilla se va a medir al equipo que, dejando al margen a los dos gigantes, esté más en forma de la Liga española. Simeone ha construido un equipo rocoso, con un centro del campo aguerrido y poblado al que además ha dado el oportuno descanso el argentino. Frente a esta realidad, Míchel se encuentra con otra: la importante merma de fuerzas en sus filas. Al margen de las conocidas bajas de Medel y Negredo, la composición de la línea medular continúa siendo una incógnita, puesto que Kondogbia volvió a manifestar molestias en su tobillo ayer, tras ejercitarse a tope el jueves, y es posible que ni siquiera viaje a Madrid.

De confirmarse este extremo, Míchel sólo contaría con Campaña y Javi Hervás para darle reemplazo a Medel y acompañar a Maduro y Rakitic en el centro del campo. Justo cuando el Sevilla afronta un partido en el que será clave la batalla en la medular se encuentra su entrenador con menos fuerzas para hacer frente a Gabi, Tiago y Javi García. Las fuerzas se equilibran un tanto dado que Simeone tendrá la baja por sanción de Mario Suárez, fijo en el doble pivote junto a Gabi hasta ahora excepto en la primera jornada, en la que actuó Tiago con el medio de la cantera colchonera. Pero es evidente que, sin Medel y con Kondogbia renqueante, si es que el final se sube al AVE, la intensidad que desde el técnico hasta su presidente o el más tibio de los aficionados sevillistas vienen exigiéndole al equipo tendrá más dificultades para manifestarse sobre el césped del Vicente Calderón. Las alternativas de Campaña y Javi Hervás, dos futbolistas de eminente corte técnico, deben ser reforzadas con un buen incremento de convicción para afrontar el duro compromiso con determinación.

Maduro sí pudo completar los dos últimos entrenamientos del equipos y parece que está en plenas condiciones para ser la piedra angular sobre la que Míchel pretende construir su agresivo planteamiento. Y además, la ausencia de Negredo permitirá al técnico madrileño contar con un futbolista que sí aportará músculo y garra en la labor de presión adelantada, Babá, cuyo juego sin balón es su mejor baza para reivindicarse después de tantas críticas recibidas. La aportación de Reyes en su anterior hogar también ha de ser clave, porque el utrerano es temido en el Vicente Calderón y puede meter miedo en las filas atléticas con su sola presencia. A esto debe agarrarse un Sevilla que, sin Medel ni Negredo y con la duda de Kondogbia, está obligado a dar una buena imagen para no dejar en nada todo lo apuntado en el derbi, pese a que la empresa se presenta complicada.

Así pues, y una vez descartado Manu del Moral, ya que no termina de tener molestias musculares, Míchel estará pendiente de Kondogbia, que ayer recibió fisioterapia. Su evolución dictará cuál es el planteamiento final del técnico madrileño en el Manzanares.

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