Asegura que siempre usa el mismo discurso y no sabe por qué sus jugadores lo trasladan al campo unas veces sí y otras no. Se trata de la intensidad, la convicción, el "ir a por el rival" que tanto desea Míchel como solicita José María del Nido. El entrenador madrileño habló ayer de nuevo de este asunto, clave para que el Sevilla tenga alguna garantía de que va a luchar por las aspiraciones más altas, y se mostró convencido de que sus jugadores ya se han dado por enterado: "Ya saben qué puerta tienen que abrir", dijo metafóricamente.

El derbi está ahí, tanto por el peligro de la confianza mala como por ser el ejemplo que quiere Míchel de cómo ha de desenvolverse su equipo ante cualquier rival y en cualquier lugar. "No podemos quedarnos en ese partido. Hemos machacado eso durante la semana y mañana tenemos otro derbi. Tenemos que jugar igual, porque si no lo hacemos entiendo que tendremos el mismo problema ya apuntado, detectado e intentado solucionar. No se arregla sólo con el rival, porque no podemos estar esperando a abril a que llegue otro derbi. Los jugadores lo han entendido, no valoran ya el pasado sino que quieren construir un buen futuro". El hecho de que el contrario sea un Atlético lanzado que juegue a favor de querencia no cambia un ápice este ambicioso discurso: "Ante los equipos que les hemos jugado como entrenamos hemos hecho cosas positivas, incluso perdiendo, como el día del Barcelona. No somos de estar sino de ir, que parece lo mismo pero hay una gran diferencia. Cuando más apurados estábamos y más difícil era lo hemos conseguido. Este es otro partido así, y si estamos al nivel que sabemos que tenemos, el Atlético no lo va a pasar bien".

La duda es si sus hombres han captado el mensaje de la necesidad de emplearse con determinación e intensidad o siguen en la nube de felicidad proporcionada por de la goleada al eterno rival: "Veo que se han olvidado del derbi y que ya saben dónde está la puerta que tienen que abrir, y lo que encuentran cuando hacen las cosas como las entrenan".

Eso sí, el técnico sevillista advirtió que habrá un señor equipo enfrente: "Es un equipo con todas las garantías. Lleva muchos puntos y es difícil meterle mano, porque han recuperado alrededor de su técnico el carácter indomable de ser un grande. Es la alternativa al título, porque de momento no se bajan de ahí y no les veo muchas grietas", aseguró.

No sólo el estado del rival es un inconveniente, también lo son las bajas. Es el momento de Babá: "No demuestra alteraciones normalmente, ni cuando juega ni cuando no lo hace. Lo rodea la tranquilidad y la confianza de los compañeros. Queremos que tenga la actitud de siempre pero con algo más de acierto, porque nos vendrá fenomenal".

Y hablando del posible sustituto de Medel, Míchel dejó entrever que retrasará a Rakitic para ubicar a Reyes en el centro, ya que casi descartó que pensase poner a Kondogbia de titular y Campaña se quedó fuera de nuevo: "Tenemos un par de dudas. Por el estado físico de algún jugador y por la posición que vaya a ocupar otro. Si lo pudiésemos definir ya no habría planteamiento que variar. Kondogbia ha estado con altibajos durante la semana, lo que no significa que jugara seguro si estuviese bien. La salida de Gary nos trae alternativas, pero hasta mañana no podremos decidir por esos problemas físicos".

Otro aparte hubo con Reyes. El utrerano llega a la que fue su casa entre 2007 y 2011, aunque en la temporada 08-09 fue cedido al Benfica, donde Quique Flores dio con la clave que ahora parece haber reencontrado Míchel: "Espero que Reyes entienda que el derbi se ha terminado, porque si es así seguirá creciendo. Nos ha hecho ver que el derbi ha sido su punto de impulso y esperemos que lo siga demostrando, porque tiene argumentos para ello".