Míchel hace repaso en Madrid de sus últimas actuaciones como entrenador del Sevilla. El técnico del primer equipo está desde el viernes en la capital de España, donde tiene su residencia y adonde se desplazó después de mantener una reunión en el club con Del Nido y Monchi en la que los técnicos trataron de analizar ante su presidente las causas del desastre deportivo que está acumulando el equipo con continuas derrotas y muy poco fútbol.

Míchel pasará las fiestas en su casa y volverá una vez pasado el día de Navidad después de tratar de convencer al presidente de que tiene las soluciones para cambiar la dinámica del equipo y hacer que vuelvan los buenos resultados. En este sentido, en la reunión salieron a relucir algunas decisiones adoptadas en ciertos partidos, en especial el discutido cambio de Rabello por Reyes ante la Real Sociedad cuando el utrerano estaba liderando la reacción del equipo, que había empatado minutos antes con un gol de Medel tras una acción de calidad de Reyes al dejar pasar el balón por debajo de sus piernas.

Míchel ya sabe que se la juega en el próximo encuentro en el Ramón Sánchez-Pizjuán el 5 de enero, día en que el Sevilla recibe a Osasuna. Un mal resultado esa noche podría tener cualquier consecuencia en el futuro del madrileño, incluida una destitución que ahora mismo ha quedado descartada pese a la nefasta racha de 8 puntos de los últimos 36 en juego que el cuadro nervionense ha firmado bajo su dirección. Aunque Míchel sigue teniendo la confianza del consejo ejecutivo, ya han surgido voces que apuestan por no mantener esa fe ciega en el ex mundialista.

El fantasma de la posibilidad de descenso y el ejemplo del Villarreal la pasada campaña empiezan a tomar protagonismo en los pasillos de la tercera planta del estadio, donde tampoco hay previsto a ciencia cierta un plan de actuación en caso de un nuevo desastre ante Osasuna que precipitara los acontecimientos.

El apoyo es total, pero Míchel ya palpó en la reunión con Del Nido y Monchi -sobre todo por la cara del presidente- que el respaldo no es ilimitado. Y todo eso lo rumia y lo madura el técnico en Madrid.