En la afición santanderina no ha sentado nada bien que los dirigentes del club cántabro, cuyo primer equipo está a un paso de descender a Segunda B, no hayan renovado a una de las perlas de su cantera, Jaime Isuardi, del que ayer de madrugada se supo que ha suscrito un contrato para jugar en el Betis. La indignación en Santander fue mayúscula por la marcha del mejor delantero del filial, quien ya la pasada temporada debutara en el primer equipo de la mano de Álvaro Cervera.

Pero el Betis ha estado muy rápido y, de hecho, esta temporada, ha seguido al filial racinguista, que acaba de descender a Tercera, y ha puesto sus ojos en dos jugadores, el citado Isuardi, ya firmado, y Jairo, quien debutara antes que éste con el primer equipo pero que aún tiene contrato en vigor con la entidad montañesa, lo que obligará a la heliopolitana a entablar una negociación.

Jaime Isuardi Fernández (Santander, 2 de febrero de 1992) es un delantero pequeño (1,71 de estatura), que suele desenvolverse como punta, aunque a veces también actúa como segundo delantero. Se trata de un atacante muy habilidoso y rápido, en constante desmarque en la línea para coger las vueltas a los zagueros rivales, ya que es difícil de fijar por su movilidad. Esta temporada ha logrado 8 goles con el filial racinguista, ya que ni Unzué ni Fabri ni Alejandro Menéndez han contado con él para el primer equipo.

El Betis, a la fecha, no ha hecho oficial la nueva incorporación, de ahí que se desconozca el número de temporadas por el que se ha comprometido -habitualmente, la entidad verdiblanca suscribe contratos por tres años- y si llegará para reforzar el filial, que de momento militará en Tercera División, o se unirá al primer equipo, decisión que podría depender directamente de la impresión que cause a Pepe Mel, ya que lo que sí se da por hecho es que un fichaje de estas características tiene garantizado realizar al menos con el primer equipo la primera parte de la pretemporada.