Más de uno en San Pablo estará pidiendo que aparezca otro patrocinador que ayude a solventar un verano que se espera difícil para el Cajasol. Las apreturas económicas son considerables y Caixabank llega hasta donde llega. No se pasará un euro de lo estipulado. José Aguilar se afana estos días en encontrar un segundo patrocinador que alivie el panorama y el club pueda pujar más y mejor en el mercado.

Una vez consumada la renovación de Aíto García Reneses, llega la hora de ir pergeñando la plantilla, aunque quedan cosas por hacer en otras parcelas, no sólo de jugadores viven los clubes. No obstante, en lo que concierne al interés de los aficionados, Juan Llaneza, director deportivo de la entidad, negocia con Misko Raznatovic la permanencia en Sevilla de Luka Bogdanovic. Se ha convertido en una prioridad para Aíto y para la secretaría técnica, pero el serbio debe renunciar a lo que ganaba la pasada campaña, admitir una rebaja considerable y decirle que no al ofrecimiento que desde Málaga le ha hecho llegar el Unicaja a petición expresa de Joan Plaza. Será complicado convencer al cuatro balcánico, quien vive de maravilla en Sevilla, pero en Málaga estaría igual, con más dinero en el bolsillo y jugando la Euroliga. Quizás la única tentación posible sea garantizarle dos campañas en San Pablo, condición a la que seguramente no accedan en el Carpena al estar ya cansados allí de pagar salidas a jugadores y técnicos.

Es posible que vaya aparejada la negociación por Bogdanovic con la de Latavious Williams, ya que comparten representante. Habrá que esperar, tirar de paciencia y acaso desear que entre más financiación en el club.

Sin Triguero ya en nómina y únicamente con Balvin y Burjanadze como integrantes del juego interior, el Cajasol necesita atar a tres hombres altos, que serán en quienes recaiga el mayor protagonismo a tenor de que los otros dos están aún en periodo de aprendizaje. Uno de los que está en la lista de Llaneza es Leo Mainoldi, quien ya sonara hace algún año para enrolarse en las filas hispalenses. El cuatro argentino con pasaporte italiano -no ocupa plaza europea, sino que es jugador de formación: las cosas de la ACB- tiene apalabrada su salida del Fuenlabrada y el Cajasol puede ser su destino en el caso de que fallara Bogdanovic, aunque quizás también Mainoldi se vaya de precio.