José María Cruz se expresó ayer con claridad sobre el asunto que más inquieta al sevillismo respecto a lo institucional. El ex director general del club declinó de forma absoluta postularse como un futuro presidente del Sevilla, en ninguna circunstancia, y habló de cómo vería la situación de la entidad en el caso de que la situación personal de José María del Nido le impidiese seguir al frente de la misma. En cambio se ofreció para colaborar, no ahora, sino más adelante, con el club si se lo pidiesen "en determinadas circunstancias".

"Si la petición fuese para sustituirlo a él como presidente, la respuesta sería no -dijo ayer en La Jugada, de Canal Sur Radio-. No me apetece ser presidente ni me veo a obligado a cumplir con ese sacrificio. Hay muchos sevillistas a los que les haría mucha ilusión, empezando por José María, que es el primero que desea seguir. No me gustan los inconvenientes de esa función y en ningún caso seré presidente. Pero si me pidiesen colaborar con la entidad en determinadas circunstancias, lo escucharía. Ahora mismo no me lo planteo".

Cruz no se posicionó en el debate sobre la hipotética sustitución de Del Nido como presidente, con José Castro y José María del Nido Carrasco como candidatos en caso de revés judicial. "Yo no voy a decir cuál es mi opinión. Pero como amigo y ex colaborador suyo yo se la daría si me lo plantease. No voy a exponer mi opinión, que la tengo, porque no la creo relevante". Aun así, sí dejó caer cuál es su visión de este asunto: "En el caso de que José María no pudiese seguir al frente, me parece que tendría muchísima lógica que Pepe Castro, como actual vicepresidente, fuera presidente y José María del Nido Carrasco, como consejero y miembro del comité ejecutivo, fuese el vicepresidente, aunque a algunos no les pareciese la mejor solución. Tendría toda la lógica del mundo, aunque a algunos medios o a la afición les pareciera mal, pero eso ya son opiniones".

En este sentido, envió un mensaje a Del Nido: "Todos los padres son muy protectores con sus hijos. Y él pensará que colocaría a su hijo en una situación de riesgo de ser criticado, insultado, discutido... Yo creo que valoraría esa posibilidad y no tomaría la decisión de exponerlo a una posición precipitada. Siempre pensamos que nuestros hijos tienen unas virtudes que a lo mejor no tienen otros, pero también los protegemos de situaciones de riesgo". Y se mostró convencido de que, en el peor de los casos, el club no sufrirá un terremoto: "Si se diera la circunstancia desgraciada y para mí tremendamente injusta de que fuese condenado por el caso Minutas, el club podría funcionar perfectamente, con la misma estructura y una trayectoria similar a años anteriores, con unos años buenos y otros malos deportivamente. Cualquier circunstancia de estas características podría provocar que se den reacciones fuera de lo normal, ante una situación deportiva mala o algún movimiento accionarial, pero yo espero que no se dé esa circunstancia negativa", explicó, rechazando de plano que se haya activado un "gabinete de crisis".