El remero del Club Náutico Sevilla Álvaro Romero se proclamó ayer campeón del mundo sub 23 en la modalidad cuatro sin timonel peso ligero tras ganar la final A de la cita disputada en la localidad italiana de Varese.

El bote completado con el gallego Jaime de Haz y los vascos Imanol Garmendia y Ander Zabala cumplió fielmente los pronósticos en la lucha por las medallas, regata a la que llegaron después de lograr el mejor tiempo en las series eliminatorias, para darle al equipo español su única presea en la competición disputada desde el miércoles en tierras italianas.

El cuarteto español se colgó la medalla dorada después de dominar la prueba en sus tres cuartas partes, completando los 2.000 metros de recorrido con un tiempo de 6 minutos, 2 segundos y 350 milésimas y una cómoda ventaja respecto a sus cinco rivales en la línea de salida de la final.

De hecho, el segundo puesto en el cajón fue para el bote de Gran Bretaña, distanciado en más de dos segundos (6.04,750), mientras que el bronce fue a parar a manos de los italianos, a casi tres (6.05,200) de los ganadores.

Más atrás llegaron Alemania (6.05,270), Japón (6.13,710) y la sorprendente Turquía, dominadora de la regata al paso por los 500 metros pero desfondada en el tramo final (6.21,800).

El sevillano Álvaro Romero, subcampeón mundial júnior en el año 2011, se desquitó con esta preciada medalla de oro de la amarga cuarta plaza lograda el pasado año en esta misma modalidad en el Mundial sub 23.

Por entonces, en la cita celebrada en Linz (Austria), el bote compuesto entre otros por el vasco Imanol Garmendia se quedó a sólo 28 centésimas de segundos del bronce, que acabó en el cuello de la embarcación francesa. Italia y Gran Bretaña se repartieron el oro y la plata, respectivamente, repitiendo por tanto en el podio este año, aunque en el orden inverso.

El remero del Náutico Sevilla, exultante al final de la prueba, comento tras el triunfo que "la regata ha ido realmente muy bien. Estamos los cuatro felices porque nos ha salido perfecta. Me siento muy orgulloso de mis tres compañeros, que se despiden aquí de esta categoría y les agradezco lo mucho que he aprendido con ellos durante este tiempo". Igual de satisfecho se encontraba tras este oro Jacobo Castiñeira, uno de los entrenadores del equipo nacional: "Es la consecución de un proceso muy largo en el que intentamos ser cada día mejores. Este resultado es la recompensa del duro trabajo que se lleva haciendo durante años".