Atlético -sevilla

El crecimiento se mide aquí

  • El Sevilla, en todo lo alto de la tabla, tiene una prueba exigente en casa del campeón para ver de qué es capaz en la Liga Atractivo duelo marcado por la intensidad.

Lo que respira el sevillismo a día de hoy hace tiempo que no se percibía en una afición que mira que está acostumbrada a grandes cosas en los últimos años... Es verdad eso, es verdad que han caído títulos, el último no hace ni cinco meses, pero las sensaciones ahora perece que fueran distintas. El arranque ha sido espectacular, la profundidad de plantilla invita a los más optimistas a pensar que todo tiene muy buena pinta y pocos eran los que podían imaginarse que el Sevilla llegaría a una cita en el Vicente Calderón con los pies tan asentados en el suelo como ahora y preparado para hacer daño de verdad a un campeón de Liga al que supera en la tabla tras cinco jornadas disputadas.

Uno de esos pocos que lo podían pensar es Unai Emery. El entrenador de Fuenterrabía hacía un pensamiento en voz alta este verano en una entrevista publicada en Diario de Sevilla al hilo de lo imposible que se ha puesto en los últimos años la lucha por el título de Liga para un equipo como el Sevilla. El técnico se resignaba ante la fortaleza de Barcelona y Real Madrid, pero no descartaba que su equipo superara en la presente campaña al Atlético de Madrid en crecimiento y clasificación. Algunos lo recordarán y ponía en esa reflexión algunas condiciones, como que el Sevilla (sus futbolistas) diera el salto y compitiera como él tenía en mente y el bloque de Simeone cayera en algún renuncio. De momento, lo primero se está produciendo, pues la respuesta del cuadro nervionense en las primeras etapas ha sido equiparable a la de cualquier candidato al título con todas las letras. Son muchos años de historia y el de Emery ha firmado el mejor arranque con cuatro victorias y un empate, un aval suficiente como para meter miedo a la ribera del Manzanares.

Los choques entre estos dos equipos siempre han sido de saltar chispas y la actual situación clasificatoria de ambos añade un punto más de pique a esa rivalidad tan acusada. Los blancos, con un ritmo que sólo han podido aguantar Barça y Valencia, precisamente el único que ha puntuado ante los de Emery, ven a su rival desde lo alto de la tabla y tienen la oportunidad de decirle a toda España que quieren ser candidatos a lo que sea en esta temporada.

No estarán ya ni Rakitic ni Diego Costa, pero ambos equipos se han reforzado bien y las fuerzas estarán equilibradas. En el Sevilla, que la pasada campaña puntuó en este estadio, hay gente que está llamando fuerte a la puerta de la gloria futbolística como Denis Suárez, Deulofeu también aunque con él va Emery con pies de plomo, o Krychowiak, un tiarrón de Polonia que desparrama fuerza física, potencia y personalidad a la vez que devora kilómetros en el centro del campo y donde haga falta para equilibrar todo el talento que haya delante. De todas formas, Emery ha conjuntado un equipo muy intenso, la base por ejemplo del último triunfo ante la Real Sociedad, con dos alas que son tan profundos en ataque como sacrificados en defensa. El trabajo de Aleix Vidal y Vitolo, la aportación cuando aparezca de M'Bia... y la referencia siempre presente de Bacca. El Sevilla es un equipo que marca el territorio, con muchos registros en su plantilla y que puede ganar en cualquier campo. La estrategia sigue siendo temible aun sin Rakitic ni Fazio, velocidad, desborde, intensidad... armas como para meter miedo al rival que se ponga por delante.

El Sevilla tiene una oportunidad de oro para hacerse más respetable aún en casa de un equipo que no le va a poner las cosas fáciles. Quizá se ha hecho un enemigo parecido al Atlético que formó Simeone. Guerrero, descarado, sin complejos y con mucha hambre.

Enfrente estará el campeón de Liga, el subcampeón de la Champions, pero el Sevilla no se arruga y va de frente sin bajar la mirada. Todo eso es muy bueno y no es el fruto de la casualidad, sino del trabajo bien hecho en muchas de las áreas que componen un club de fútbol profesional. Y de todo eso tiene que estar muy orgulloso el sevillismo que hoy se ilusiona con dar un puñetazo en la mesa de la Liga. Pase lo que pase sobre el césped del Calderón, todo esto tiene mucho mérito y anima a disfrutar del momento.

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