Es precisamente Unai Emery uno de esos entrenadores que piensa que las cosas, buenas o malas, siempre pasan por algo. Sea así o no, el Sevilla va a entrar en una situación compleja en varios planos en una de sus semanas más decisivas en lo que va de temporada. El proyecto puede tener que reconsiderarse en muchos aspectos -y puede ser más grave lo económico que lo deportivo- si el equipo no le da la vuelta a la situación con un triunfo en Alemania el miércoles ante un lanzado Borussia Mönchengladbach. Todo lo que no sea eso, que sería casi decir adiós a Europa incluyendo el salto de consolación a la competición que ha dado dos títulos al Sevilla en los dos últimos ejercicios, va a convertirse en un fuerte dolor de cabeza para los rectores nervionenses, llámense éstos presidente (José Castro) y sus dos directores generales (Monchi y José María Cruz).

Cuando el sevillismo aún lamenta y se pregunta qué va a pasar con los centrales tras la lesión grave sufrida por Andreolli en San Sebastián, hay en el club quien ya hace cuentas -o debería- de cara a la próxima Junta de Accionistas, para la que faltan tan sólo poco más de dos semanas. Confirmada la baja del italiano durante un periodo que oscilará entre "seis y ocho meses", ahora mismo, aunque pueda sonar extraño, en el Sevilla nadie piensa en fichar a un central a día de hoy. Es algo que está ahí y es un problemón, pero tampoco se pueden hacer las cosas, con decisiones de ese calado, tan a la ligera. Para empezar, la lesión de Andreolli, quien se rompió el tendón de Aquiles, le daría a Monchi la opción de inscribir a un futbolista antes de la apertura del mercado, el 1 de enero, pero esta licencia especial tiene trampa, puesto que el Sevilla sólo podría incorporar a un jugador que estuviera en paro o que militara en un club de la Liga española. Aunque Emery sólo dispone ahora mismo de Rami y Kolodziejczak para los dos puestos de central, en teoría Carriço estará disponible a lo largo del mes de diciembre, más que nada al final según las predicciones. Y para cuando se abra el mercado de invierno, habrá que ver en cuántas competiciones está el Sevilla vivo, ya que esta misma semana puede cerrar casi definitivamente la puerta de Europa.

Los técnicos son conscientes de que, con la enorme inversión realizada en esta campaña y la plantilla de más alta masa salarial de la historia del club, el consejo va a plegar velas en lo económico si el equipo se queda sólo con la Liga y la Copa después de haber gastado mucho, muchísimo, en tres futbolistas: Immobile, Llorente y Konoplyanka. Y, evidentemente, el presupuesto para la actual campaña que el consejo de administración presente el próximo 9 de diciembre ante los accionistas estará condicionado por lo que ocurra una vez concluida la fase de grupos de la Champions. De hecho, la fecha de la Junta no está puesta por casualidad y el presupuesto, que ya se sabe que de todas formas será alto, se elaborará cuando la Juve pase por Nervión, el día 8.

Como otra razón de peso, Emery, pese a la mejoría de Mariano, sigue creyendo que la plantilla necesita un jugador de banda al estilo de Aleix Vidal, lo que Monchi sí está buscando en el mercado. El técnico se pregunta qué va a pasar si los que no son titulares no se enchufan y otros se preguntan (o deberían) cuáles serán las consecuencias si el Sevilla deja a la afición sin viajar por Europa y no le llega el descomunal gasto hecho a un objetivo que este año sí se ha impuesto como obligatorio: clasificarse entre los cuatro primeros.