Toca quitarse el sombrero

Se acaban los calificativos para definir a este Sevilla Atlético que no se aburre de ganar. Quince jornadas hace que los de Diego Martínez escribieron en su casillero la única derrota que lucen en el mismo, el equipo de España que menos veces ha caído. Casi nada al aparato.

El UCAM Murcia ha sido el último equipo que ha sufrido en sus carnes cómo se las gasta el primer filial sevillista. Un juego serio, fino, bonito, que culmina con triunfos. Poco se parece este equipo, que presume orgulloso de estar colocado segundo en este Grupo IV de la Segunda División B, al que cerca estuvo de pegarse el barrigazo la pasada temporada, coqueteando durante muchas jornadas con los puestos de descenso. Los nombres ahora son hombres y lo demuestran sobre el césped.

Porque los hispalenses ganaron por la mínima, sí, pero los murcianos podrían haberse vuelto a casa con un saco de no haber sido porque Buba parecía ayer estar en estado de gracia. El portero, de 22 años e internacional con Guinea, debutaba esta temporada debido a las lesiones de los dos metas que están por delante de él en la rotación. Y su puesta de largo no pudo ser más acertada. Detuvo completamente las intentonas de Carlos Fernández y de Ivi, y prácticamente repelía cualquier acercamiento de los locales. Incluso tocó el balón del gol de Curro, aunque detenerlo hubiera sido un premio realmente excesivo para su equipo.

Porque el Sevilla Atlético se vio ganador desde el primer minuto frente al que llegaba con el cartel de mejor visitante de la competición. Al conjunto de Diego Martínez no le tembló el pulso en ningún momento. Salió bien concentrado, vertical, como suele ser habitual, y buscando la meta rival. Carlos Fernández, tras asistencia de Ivi, fue el primero que intentó probar al guardameta guineano, aunque su disparo se marchó desviado.

Tras un intenso inicio del cuadro hispalense, las fuerzas se igualaron. La escuadra murciana trató de imponer su estilo sobre el verde de la ciudad deportiva José Ramón Cisneros, aunque se encontró de bruces con los locales, que no querían perder ni un ápice de terreno. Pese a ello, los murcianos gozaron de alguna ocasión, aunque nada reseñable ni con peligro real. Era en la otra área en el que se producían las ocasiones más importantes, aunque siempre se topaban con un muro llamado Buba.

Llegó al descanso el Sevilla Atlético igualado en el marcador, aunque ganando a los puntos. Pero como ese título no da puntos de los de verdad, de los que suman en esa clasificación que ve al conjunto de Diego Martínez como segundo, salieron igual de intensos los chavales sevillistas en la segunda mitad, aunque, de nuevo, Buba estaba ahí para cortar todo atisbo de peligro.

Miró al banquillo Diego Martínez y decidió darle la oportunidad a Curro. El palmero salió por Juanje, que lo buscó sin suerte, y prácticamente en la primera pelota que tocó puso por delante a su equipo. Matos, un auténtico puñal por la banda izquierda, colocó un balón al corazón del área, que remató Carlos Fernández tras elevarse entre los defensores. Su testarazo lo repelió como pudo Buba, aunque Curro andaba por ahí para empujar tras el rechace. El meta tocó esta pelota, aunque sin fuerza como para evitar el tanto.

Pudo hacer el segundo el Sevilla Atlético, aunque no encontró la fortuna del gol. Con todo, tres nuevos puntos que lucen en el casillero. Toca quitarse el sombrero.