El sorteo hace un guiño

De nuevo, como en el sorteo del pasado 14 de diciembre, la misma fortuna que le dio la espalda en la definición del durísimo Grupo D de la Champions sonrió al Sevilla en el cruce de los octavos de final de la Liga Europa. Aunque eso habrá que demostrarlo entre el 10 y el 17 de marzo. El protagonista de sacar las bolas, el mismo que unió los destinos de Sevilla y Molde en dieciseisavos, el suizo Alexander Frei, torció el gesto al leer la papeleta con el nombre del equipo blanquirrojo. El equipo de su país, su ex equipo, el anfitrión de la final que se jugará el 18 de mayo, tendría que vérselas nada menos que con el tetracampeón y vigente defensor de la Liga Europa.

Fuera de España se respeta muchísimo al Sevilla y era natural que Frei resoplara cuando vio el cruce que había provocado su inocente mano. El ex delantero del Basilea propició también inocentemente otros cruces de altísimo voltaje. El equipo de Emery no sólo evitó a los cocos del bombo, sino que se beneficiaría de una importante criba si logra dejar en el camino al equipo local.

El partido de ida, en el St. Jakobs Park, con capacidad para 38.000 espectadores, será el 10 de marzo, a las 19:00. Mientras que la vuelta se disputará una semana después, el jueves 17 de marzo, justo antes de Semana Santa, a las 21:05. En esta ocasión, la UEFA ha hecho un reparto horario mucho más lógico y ha dispuesto que se juegue a una hora más adecuada tanto en Suiza como en Sevilla.

No tuvo mucho que esperar el aficionado sevillista para conocer el rival de los octavos. Salió en segundo lugar. Y posteriormente pudo solazarse viendo los terroríficos cruces que iban saliendo: Villarreal-Bayer Leverkusen, Athletic-Valencia, Liverpool-Manchester United, Borussia-Dortmud-Tottenham Hotspur... Curiosamente, según confesó Monchi, en este último cruce coincidieron los dos cocos que quería evitar a toda costa. "Lo estaba comentando con Jesús Arroyo, no quería ni al Dortmund ni al Tottenham, a partir de ahí, me daba igual".

El director general deportivo analizó así al Basilea: "Es un buen equipo, aunque tendrá la baja importante del delantero Embolo (en la ida, por sanción). Tiene jugadores como Boëtius (ex delantero del Feyenoord), un veterano como Janko, Xhaka (hermano menor del medio del Borussia)… Quizás no tiene los nombres del Manchester United o el Tottenham, pero está acostumbrado a jugar competiciones europeas y alcanzó unas semifinales de Europa League hace tres años. Es un equipo al que debemos tener mucho, mucho respeto", solicitó Monchi, que, en cambio, no le dio tanta importancia al hecho de que sea el propietario del estadio donde se jugará la final. "Tendrán ilusión por llegar a esa final, que se juega en su estadio y en su ciudad, pero no creo que tengan más ilusión que nosotros por llegar a una quinta final europea", apostilló, antes de justificar el gesto de Frei: "Sólo había que ver su cara y lo que ha dicho, que somos un equipo muy difícil pero nada es imposible. Eso resume lo que supone que esté el Sevilla en el sorteo".

También se refirió al rival el entrenador del FC Basel 1893, que así es el nombre completo del club. "Es un cruce difícil, pero interesante. Tenemos que enfrentarnos a un equipo muy, muy fuerte. Para seguir en la competición se necesitan suerte y dos días muy buenos para pasar ante un equipo así, pero tengo confianza y creo en nuestras posibilidades", dijo Uri Fischer, con un optimismo del que huye el Sevilla, más cauto.