Economía

El A400M se entrena para el despegue

  • El avión que se monta en Sevilla arrancará motores en tierra en noviembre y volará a finales de año · Tras el hito, habrá cinco prototipos para ensayos, que acumularán 3.000 horas de vuelo antes de la primera entrega

Sevilla jamás ha vivido un hito de estas características. Ni Andalucía. Ni España. Si bien la ciudad hispalense ha sido escenario de vuelos inaugurales de aviones propios de la antigua CASA, tales como el C212, el C295 o el CN235, nada es comparable con el evento al que asistirá a finales de año. El primer vuelo del A400M hará historia. El avión militar de Airbus Military, filial del consorcio europeo EADS, es fruto de décadas de desarrollo y ofrece un salto tecnológico no visto hasta el momento. "Aquéllos eran aviones más pequeños, pero éste marcará un antes y un después en el mercado internacional", alardeó Fernando Alonso, ingeniero jefe de pruebas de Airbus, que asistió a un encuentro con este diario, junto a Ignacio Lombo, piloto que llevará los mandos del aparato cuando despegue por primera vez del suelo.

El tocayo de nuestro corredor de Fórmula 1 más internacional insistió en la envergadura y la responsabilidad que conlleva este paso. "En un vuelo de ensayo nunca se puede improvisar. Nuestro oficio consiste en anticipar todos los problemas que puedan surgir y solucionarlos de antemano", explica.

Y en ello están. En una marcha contrarreloj para que el A400M vuele a finales de diciembre o principios de enero -nadie se atreve a confirmar la fecha-. En noviembre, el avión estará completamente terminado, saldrá de la línea de montaje, y empezará los ensayos en vuelo. Durante el mes y pico que transcurrirá hasta que despegue, un equipo de ingenieros, pilotos y técnicos someterá al aparato a mil y una pruebas para garantizar su funcionamiento y seguridad. "Haremos pruebas estáticas a los motores y rodajes de baja, media y alta velocidad para comprobar parámetros como el frenado", explica Lombo, tranquilo ante el primer vuelo, pese a que es la primera vez que estrena un avión. "Inauguré un F5 modernizado, pero era uno modificado no uno nuevo", añade.

Lombo acumula cinco años en el programa y cientos de horas en el simulador de desarrollo del A400M en Toulouse. "Estos simuladores sirven para poner a punto los sistemas del avión, es decir, para enseñarlo a volar, mientras que los de entrenamiento enseñan a volar a los pilotos", matiza.

"Nadie tiene más ganas de realizar el vuelo inaugural que nosotros, pero no haremos nada que lo ponga en riesgo por llegar a una fecha", asegura Alonso, encargado de coordinar los ensayos y de decidir qué equipo tendrá el privilegio de subir a la aeronave. Así, Lombo compartirá experiencia con otro piloto, el británico Ed Strongman, con ocho años de trabajo en el proyecto. Y también lo harán otras cuatro personas: tres ingenieros de vuelo y un mecánico. Alonso no subirá, pese a contar con una larga experiencia al respecto, ya que ha estrenado cinco modelos, entre ellos, el A380.

El avión despegará y aterrizará en la terminal de San Pablo, pero aún no se ha definido recorrido ni duración. ¿Habrá un plan B por si surgen contratiempos? Sí. Pedirán permiso a la base de Morón por si hay que aterrizar de emergencia.

A partir del primer vuelo, comenzará la campaña de ensayos, que se extenderá durante dos o tres años. Habrá cinco aviones, repartidos entre Sevilla y Toulouse, especializados cada uno en un tipo de pruebas. Las de ruido, calor y los cálculos de consumo del aparato, así como de las distancias de despegue se harán en Sevilla, mientras que la puesta a punto de los mandos de vuelo se harán en la ciudad gala. Al final del proceso, los prototipos habrán acumulado 3.000 horas de vuelo, 600 cada uno, y habrán obtenido los certificados civil y militar.

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