El plan de reestructuración de la multinacional alimentaria SOS empieza a llegar a los centros de producción. Ayer, una representación de la compañía planteó a los comités de empresa de las fábricas de Alcolea (Córdoba) y Andújar (Jaén) la posibilidad de presentar un expediente de regulación de empleo de seis meses para las dos plantillas.

Lo que prevé la firma, en concreto, es que mientras esté Andújar en funcionamiento Alcolea esté parada. Así, durante una semana -o más- trabajarían los empleados de una de las factorías y los de la otra estarían parados, y viceversa. El resultado es que cada fábrica tendría un expediente en marcha de seis meses, pero el proceso se alargaría hasta el año. Aunque la empresa no lo ha dicho directamente, lo lógico es que si la mitad de la producción está parada el 50% de la plantilla también, con lo cual el expediente afectaría, en un principio, a la mitad de cada una de las plantillas, unos 225 trabajadores en total.

Fuentes sindicales señalan, sin embargo, que será necesario mantener una parte del personal de forma permanente en las fábricas, en concreto el de almacenamiento y logística. "La de Alcolea fabrica aceite para el mercado internacional y la de Andújar para el nacional; alguien se tendrá que quedar, porque hay que vender el aceite", señalan desde esas fuentes.

Alcolea cuenta con una plantilla de 240 trabajadores y fabrica la marca Carbonell, líder mundial en el mercado del aceite de oliva. Andújar, con 210 empleados, trabaja en la producción de Koipe, también dedicada al aceite de oliva pero sobre todo con una posición preponderante en el girasol.

¿Qué pasa con el resto de fábricas andaluzas? Ninguna tiene como objeto el aceite y SOS ya ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que su intención es desprenderse de todos los negocios que no estén relacionados con marcas de este producto con fuerte implantación internacional. Aceite no es igual que aceituna. Y aquí entra en juego la fábrica de aceitunas y conservas que tiene SOS en Dos Hermanas, Acyco. Según las fuentes sindicales consultadas, en un principio sí se habló de que el posible expediente sí afectara a todas las fábricas de SOS, presentes en seis provincias españolas y con 700 trabajadores. Pero a la hora de actuar, la empresa ha entrado a plantear el expediente en el negocio del aceite. El temor de los trabajadores, bastante fundado, es que la empresa sea vendida al mejor postor.

Acyco cuenta con 180 trabajadores, de los cuales 50 son fijos discontinuos, es decir, que trabajan solamente durante la campaña de la aceituna. A ellos hay que sumarles los 30 empleados de Cetro, una especie de filial de Acyco que está radicada en Pilas (Sevilla). SOS también tiene un centro de compra y venta del arroz en Los Palacios que emplea a veinte personas. Tiene todos los visos de ser vendido, y más tras los coqueteos públicos que ha mantenido la compañía con su principal competidora en este segmento, Ebro Puleva.

Las fuentes sindicales consultadas señalan que el ERE que plantea SOS no es coherente. "Nos dicen que su objetivo es aumentar cuota de mercado, pero si reducen la producción hacen todo lo contrario; eso nos lleva a pensar que el problema es exclusivamente financiero y no industrial".