La encrucijada del Martes Santo

La jornada del Martes Santo es una de las que más problemas de horario e itinerario plantea en toda la Semana Santa. Se trata de un día que ha crecido mucho en el número de nazarenos, por lo que, año tras año, se han ido retrasando los horarios de entrada, hasta el punto que la Virgen del Dulce Nombre ha llegado a entrar a las 4:30 de la mañana del Miércoles Santo, pese a los esfuerzos que la cofradía realizaba para apresurar al máximo la vuelta a San Lorenzo.

Desde hace años se viene trabajando para mejorar esta situación. Se han realizado permutas de hermandades, se han cambiado horarios e itinerarios, pero, por el momento ninguna de las opciones ha funcionado.

Uno de los primeros movimientos que se realizaron en el día fue la concordia que protagonizaron los Estudiantes y el Dulce Nombre entre los años 1971 y 1974. Aquello consistió en una permuta en el orden de ambas cofradías. Así pues, el Dulce Nombre pasaba a ser la tercera del día y la cofradía universitaria desfilaría en penúltimo lugar. El documento de aceptación se firmó el 19 de febrero de 1971, aunque aquel año no pudo llevarse a cabo puesto que la lluvia impidió el normal discurrir de la jornada.

En los años 1972 y 1973 sí se realizó, pero el 12 de noviembre del 73, la hermandad de los Estudiantes rompía unilateralmente este acuerdo, por lo que en la Semana Santa de 1974 ambas corporaciones ocuparían el lugar que por su antigüedad le correspondía en el día. No obstante, hay que destacar que ese Martes Santo también llovió y el Dulce Nombre fue la única cofradía en realizar la estación de penitencia y fue posible gracias a que regresó a su lugar natural. Como dato curioso cabe destacar que el acuerdo de concordia especificaba que una representación de cada hermandad debía acudir corporativamente a la función principal de la otra.

En el año 1989, la hermandad del Cerro del Águila se incorporó a la jornada, por lo que la nómina de cofradías del día aumentó a 8. En el año 2006 se produjo el último intento de arreglar la jornada. Se oficializó un acuerdo por el que las hermandades de San Benito, la Candelaria y los Estudiantes cambiaban sus lugares, adelantando San Benito y la Candelaria un lugar cada una y retrasándose los Estudiantes dos puestos.

Este nuevo intento resultó un auténtico fracaso que no satisfizo a nadie. La cofradía más perjudicada resultó ser la de San Esteban, que tuvo que dar un absurdo e innecesario rodeo para dejar la calle Águilas libre para el tránsito de San Benito. Los Estudiantes tampoco quedaron contentos, puesto que entraron a una hora que a muchos hermanos le pareció inapropiada. Curiosamente, en este acuerdo no se tuvo en cuenta al Dulce Nombre, la hermandad que más venía reclamando un cambio para no entrar tan tarde. Así las cosas, en el año 2007 se retomó el orden habitual, aunque la jornada se vió truncada por la lluvia.

Después del frustrado intento del año 2006, las hermandades del día han seguido manteniendo reuniones para intentar dar con la solución que permita desahogar la jornada. En este sentido, la hermandad del Dulce Nombre planteó el pasado año una propuesta de su cabildo general en la que planteaba adelantar los horarios 15 minutos por delante y retrasarlos otros 15 por detrás. Además se presento la propuesta –que fue rechazada por el resto de hermanos mayores- de que pasara a ocupar el cuarto o el quinto puesto de la nómina, aprovechando esos 30 minutos que se le ganarían al día.

Para este año, salvo sorpresa mayúscula de última hora, no va a haber ninguna modificación, “aunque sí que se está trabajando de cara al futuro”, explica el delegado del día Javier Gómez. Esta misma semana habrá una nueva reunión al respecto, “puesto que soluciones hay, pero es complicado que sean aceptadas por todas las cofradías”, reconoce el delegado.