Cultura

Aires flamencos danzando con el Barroco

IV Ciclo de Música Antigua de la Universidad de Sevilla - MAUS'12. Rafael Bonavita, guitarra barroca; Leonor Leal, baile; Álvaro Garrido, percusión. Programa: 'Barroco flamenco. De zarambeques a bulerías'. Lugar: Auditorio Cicus. Fecha: Sábado 21 de enero. Aforo: Lleno.

El trabajo del violagambista Fahmi Alqhai y el cantaor Arcángel ha supuesto llevar a la práctica de forma exitosa las ideas ya difundidas en torno a las estrechas relaciones entre los ritmos flamencos y las danzas españolas del Barroco.

El ciclo universario cerró con la visión que del mismo asunto tienen el guitarrista uruguayo Rafael Bonavita, el percusionista sevillano Álvaro Garrido y la bailaora jerezana Leonor Leal. El planteamiento es similar al de Alqhai/Arcángel, aunque aquí más que fusión entre temas barrocos y palos del flamenco existe una alternancia. Habida cuenta de que este concierto suponía la presentación del proyecto en formato de trío (Bonavita y Leal han trabajado ya en dúo en esta línea con anterioridad) es de esperar una profundización hacia una mezcla real entre los diferentes parámetros musicales de uno y otro estilo.

El peso musical de la actuación lo llevó Bonavita, que usó una misma guitarra barroca para todo el recital, tratárase de música de Guerau, Sanz, Murcia, Turina o de un fandango de Huelva. Sus interpretaciones barrocas, muy sólidas en lo técnico, fueron además de notable originalidad, por la libertad en el manejo del ritmo y la extraordinaria variedad de detalles en tempi o dinámicas. Su flamenco fue en cambio algo más académico, aunque no dejó de resultar curioso oírlo en un instrumento antiguo. Garrido lo acompañó desde la discreción, potenciando determinados dibujos rítmicos o de color, aunque también tuvo espacio para su habitual improvisación, un terreno en el que siempre sorprende; esta vez, sobre el ritmo de canarios, resultó de especial brillantez.

Elegantísima Leonor Leal, con un estilo muy personal entre la danza española y el flamenco: encontró la veta trágica al fandango, la estilización aristocrática a la Furstemberg y el desenfado popular a Zarambeques, Canarios y Jota.

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