Cultura

La música de toda infancia

Desguace Teatro. Texto y dramaturgia: Marta Cruz Sojo. Actriz/titiritera: Gema Rancaño. Direccción: Antonio Campos. Diseño escenografía, títeres y utillería: Tomás Pombero, Gema Rancaño y Marta Cruz. Música: Alejandro Rojas-Marcos e Ignacio Guarrochena. Fecha: Sábado 13 de octubre. Lugar: La Fundición. Aforo: Tres cuartos.

En la escena, Gema Rancaño, quien en Olalla o la princesa Pianoforte hace lo que se podría denominar un one-woman-show: interpreta, mueve los títeres y le pone voz a cada uno de ellos y es el demiurgo de la utillería mágica. Ayer también hubo mucho público en las matinales de La Fundición, y los niños ya tenían esa edad en la que todo lo preguntan y el ruido hizo su inevitable presencia. Pero ni un pestañeo, Gema iba a lo suyo dando credibilidad y perspectiva a una reunión senatorial de alambicadas trompetas donde se constataba la fatal desafinación crónica del reino de Pianoforte. Para tapar esta brecha en la entonación había que solucionar el enigma de un oráculo, y la respuesta a la adivinanza es el motor que impulsa a la princesa-campanilla Olalla a viajar por lejanos países que habitan otras criaturas sonoras.

Para pequeños y grandes, es decir tanto para los que viven y completan la historia con su imaginación como para los que tienen hueco de admirar la labor de la actriz-titiritera, la plasmación visual de los viajes de Olalla fue uno de los puntos álgidos del espectáculo. Sigue siendo fascinante, y también habla de la pobreza de muchos usos y reflexiones sobre el audiovisual, poder sentir de nuevo cómo nos subyugan las sombras, cómo el simple mecanismo de la linterna mágica que derrama opacidades fantasmagóricas por una pared puede cautivarnos tanto.

Y sabemos que cualquiera no puede hacerlo tan bien como Gema, que logró suspender nuestra viciada incredulidad e igualarnos por unos instantes a esos niños de ojos abiertos.

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