Braulio García/T.S. Norio intentó dar con una clasificación cuando comenzó a trabajar en De la poesía (Libros de la Herida/Cambalache) para, al poco, dejarlo por imposible. El libro ha terminado siendo, como apunta el autor, un mapa lleno de brújulas: un compendio de textos y apuntes referentes al ejercicio de la poesía, la música de las palabras, el verso como ensalmo, como ayuda, como memoria, como encantamiento.

"Cuando empecé a trabajar en ello no tenía muy claro lo que iba a salir, pero sí lo que quería investigar, y era para qué sirve y ha podido servir la poesía en distintos países, civilizaciones, culturas... sobre todo ahora, que parece que se ha convertido en algo minoritario, de público exquisito -explica T.S. Norio-. Y encontré mucho más de lo que esperaba: el material acumulado eran tan inmenso (incluyendo usos religiosos, mnemotécnicos, lúdicos...) que atarlo a un contenido era someterlo a una especie de calzador erudito. Por eso decidí mantener los textos tal cual".

Cierto que es difícil ponerle correa: de Homero a Eurípides, de canciones a listados, de la mitología de Snorri al dadaísmo, de recetarios a maldiciones. "¿De quién son los poemas? -dice el prólogo-. ¿Es poema un sortilegio, una oración, un libreto, una nana?".

"Igual que todo lo cultural queda adscrito al catálogo del ocio, parece que la poesía ha quedado limitada a ser una especie de espuma para que algunas personas se sientan más exquisitas que el resto, el territorio de un Nirvana intelectual, casi autista -comenta T.S. Norio-. Ocurre también en otros campos, claro, como la arquitectura... El resultado viene a ser el mismo: las obras terminan siendo pequeños retos autocomplacientes que no influyen en el curso de la sociedad y de la realidad, que es por lo general algo aburrido, oscuro y malvado".

Asegura T.S. Norio que no ha encontrado "una sola cultura que no le tuviera un respeto a las palabras, que no cantase y no danzase". Trance y poesía parecen estar inequívocamente unidos, pero no siempre: "Hay muchos versos que se han utilizado con un fin práctico -señala el autor-. En muchísimas culturas de climas o paisajes hostiles, como en Mongolia, a los niños se les enseña una serie de poemas sobre las hierbas, el cielo, el hielo... que pueden salvarles la vida. Lo que tiene la palabra es que está en el origen del ser humano, y es lógico que sus utilizaciones impliquen la totalidad de lo que es ser humano".

"Ahora mismo, me parece que el mundo de la poesía y el de las bellas artes viven los últimos estertores del romanticismo -comenta T.S. Norio, a cuenta del malditismo del poeta-. Los artistas reproducen lo que hicieron los románticos hace 200 años: yo, que soy lúcido, me retiro del mundo falaz y mastico mi amargura o lucidez. Ese es un discurso completamente decimonónico que debería cambiarse ya: habría que reconsiderar la posición de todo creador en la sociedad; salir un poco, en este caso, de la Operación Triunfo de la poesía, ir más allá de un consumo estético privado que es estéril para la sociedad".

l T. S. Norio presenta 'De la poesía' a las 21:00 en Librería La Fuga. Introducirán el acto David Eloy Rodríguez y José María Gómez Valero. Después, Rocío González e Iván Mariscal ofrecerán un concierto.