Programa: Obras de Wolfgang Amadeus Mozart, A. Adam, G. Fauré, L. Anderson, E. Elgar, P. Granger, M. Thomas y H. Grüber. Coro de Cámara An die Musik. Directora del coro: Ana Alonso. Director musical: Michael Thomas. Lugar: Centro Cultural Cajasol. Fecha: Domingo, 15 de noviembre de 2013. Aforo: Dos tercios.

Es como un virus estacional que no tiene antídoto posible: es llegar el mes de diciembre y casi todos los grupos musicales de la ciudad se ven infectados de la cansina tendencia a ofrecer conciertos de aires navideños, con villancicos en mil y una versiones a cada cual más insoportable. Ante lo que se avecina, es de agradecer la nota de fino gusto estético de Michael Thomas a la hora de diseñar el programa de su concierto con la Orquesta Bética de Cámara y la colaboración del Coro de Cámara An die Musik. Nada de los villancicos de siempre, salvo el Noche de paz de despedida, sino una serie de obras de inspiración navideña pero de contrastada calidad musical.

Arrancó el concierto con tres obras poco frecuentadas del Mozart de los años salzburgueses, en los que Thomas supo subrayar de manera muy eficaz los ostinati orquestales, fijar un tempo bien acentuado y subrayar los momentos de mayor carga dramática, como en el motete Misercordias Domini. El coro tuvo en estas piezas su mejores momentos, con reseñable empaste, si bien se echa en falta un mayor peso de las voces graves. Los problemas vinieron en el resto del programa, que exigían del grupo coral unas dinámicas por debajo del forte: en esos momentos de canto delicado, como en las piezas de Adam y de Elgar, se evidenciaban unas voces desimpostadas y abiertas, sin capacidad de matización.

Por su parte, a las cuerdas, especialmente a los violines, les faltó acabar de definir y homogeneizar el sonido. Mucho mejor las cuerdas graves (donde se nota la presencia de Israel F. Martínez) y las maderas. Lo mejor de la velada vino del brillante arreglo de Thomas (que blandió aquí su violín de manera vistosa) de las canciones escocesas de Grainger.