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Jardines de aromas vieneses

XV Noches en los Jardines del Real Alcázar. Clausura de esta edición del ciclo. Intérpretes: Michael Thomas (violín), Antonio Duro (guitarra) e Israel F. Martínez (violonchelo). Programa: Serenata concertante op. 19 en La mayor, de M. Giuliani; Casación en Do mayor Hob III: 6, de F. J. Haydn; Trío en Re mayor, de N. Paganini. Fecha: Viernes, 12 de septiembre de 2014. Lugar: Jardines del Alcázar. Aforo: Lleno.

Quince años de llenos consecutivos son tiempo más que suficiente como para que esta cita se convierta en inamovible en lo sucesivo, incorporándose al acervo inmaterial de las tradiciones culturales sevillanas. En el momento de la despedida es hora, pues, de felicitar a Actidea por la programación y la organización, y al patronato del Alcázar por su consolidado apoyo.

Para la última velada clásica pudimos volver a tener la satisfacción de escuchar a dos artistas ya conocidos, Michael Thomas e Israel F. Martínez, en esta ocasión acompañados por ese artista del sonido de la guitarra romántica que es Antonio Duro. Interesante y brillante programa a base de obras originales (salvo la sustitución del laúd por la guitarra en la pieza de Haydn), de amplia carga melódica y ritmos siempre subyugantes. Michael Thomas tardó unos minutos en redondear el sonido de su violín, apagado y falto de brillo en los primeros movimientos de Giuliani, pero a partir de ahí se explayó en una amplia gama de colores e intensidades, desde la delicadeza de los flautados del Adagio de Haydn al chisporroteo y exhibición técnica del Rondó final de Paganini. Duro estuvo muy inspirado toda la velada, con total precisión en la pulsación y con un sonido de suaves perfiles totalmente ensoñadores. Junto al chelo siempre eficaz y de sonido compacto y brillante de Martínez, los tres dejaron momentos de gran belleza como el lánguido fraseo del Larghetto de Haydn, alargando sutilmente la primera nota de cada frase, los enérgicos sforzandi del Minuetto de la misma composición o la brillantez expansiva de la articulación en el final de Paganini.

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