El Auditorio Rocío Jurado recuperará el 12 de septiembre la producción con la que el Festival Internacional de Música y Danza de Granada celebró el pasado viernes el centenario del estreno de El amor brujo de Falla, un montaje en el que conviven el lenguaje carnal y osado de La Fura dels Baus, la sensibilidad de la cantaora Marina Heredia y el buen hacer de la Orquesta Joven de Andalucía. Para Carlus Padrissa, el director de La Fura, el siglo cumplido por el clásico de Falla -concretamente de la primera versión, que sonaría en el Teatro Lara de Madrid el 15 de abril de 1915, y que más tarde el autor revisaría- era la oportunidad para ofrecer una "versión joven, con ganas" de la pieza, una lectura renovada a la que ayudarán la utilización de grúas, ya características en la trayectoria de la compañía, la apuesta por el agua y el fuego como elementos escénicos y la reivindicación del cineasta José Val del Omar, cuyo trabajo formará parte de las proyecciones.

Padrissa, que ya adaptó a Falla en una recordada Atlántida y que asombró en los últimos años al público del Maestranza con su tetralogía de Wagner, explicó ayer que, junto a la partitura de El amor brujo, en su espectáculose oirán otros fragmentos de la obra de Falla como Noches en los jardines de España, El sombrero de tres picos y La vida breve. El responsable de la Fura visitó ayer Sevilla para presentar esta propuesta en un acto en el que estuvo acompañado del delegado de Educación, Cultura y Deporte de la Junta Francisco Díaz Morillo; el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla Antonio Muñoz; el presidente del Auditorio Rocío Jurado Francisco Bustamante; y el director del Festival Internacional de Música y Danza de Granada y coproductor de la obra Diego Martínez.

La propuesta pretende "algo muy diferente" a lo que Antonio Gades, Carlos Saura y otros creadores hicieron desde el mismo material, aunque un nombre asoma como cierto referente: Padrissa agradece el simbolismo de que el auditorio donde se representará la obra lleve el nombre de Rocío Jurado. "Para mí, ella es quien mejor cantaba El amor brujo... hasta que llegó Marina", bromea el director escénico.

En Elamor brujo, que se programa en el Festival de Peralada esta semana y llegará a Sao Paulo en octubre, La Fura propone "un acto de concienciación feminista" a través de la peripecia de Candelas, "una mujer acechada" en cuya historia Padrissa y compañía subrayan el maltrato sufrido del hombre. "Estaba escrito de un modo que no se entendía, faltaba darle la intención verdadera que tenía la obra", señala. En la voz desgarrada del personaje, en esa mujer que encuentra su poder, prosigue el creador, hay implícito un homenaje a María Lejárraga, vista ahora como la verdadera autora de los libros que firmaba su marido, Gregorio Martínez Sierra -quien aparece en los créditos del texto de El amor brujo-. "Ella acabó siendo la primera diputada femenina por Granada", revela Padrissa, que afirma que hubo una conexión "mística" entre ella y Falla.

Otro creador al que rinde un homenaje El amor brujo. El fuego y la palabra es José Val del Omar. La recuperación de sus imágenes no son casuales -el cineasta, apunta Padrissa, fue vecino de Falla-, pero desde La Fura ven, además, en la investigación sin prejuicios que llevó a cabo una suerte de ejemplo moral. Del autor de Aguaespejo granadino, "tan adelantado a su tiempo que no se le entendía, su obra es como El perro andaluz pero en una clave más loca, más bestia", se rescatan escenas de su filmografía, pero también grabaciones que hizo de las Misiones Pedagógicas y que brindan una nueva estética a la obra que estrenó Pastora Imperio en 1915.

Para El amor brujo: el fuego y la palabra, el Auditorio Rocío Jurado pondrá a la venta 6.400 localidades numeradas y todas con asiento con precios que oscilan desde los 15 hasta los 160 euros y que podrán adquirirse a través de El Corte Inglés.