En torno a Joaquín Turina

La quinta edición del Festival Internacional de Música de Cámara Joaquín Turina presenta en Sevilla, desde este lunes y hasta el día 13, un apretado programa de cursos y conciertos.

1. Bengt Forsberg tendrá 'carta blanca' en esta quinta edición de la cita que dirige la pianista Benedicte Palko. 2. El violinista húngaro Kristóf Barati. 3. La violinista Esther Hoppe vuelve al Festival Joaquín Turina. 4. El violonchelista Gary Hoffman es una de las grandes figuras de esta edición. 5. Uno de los artistas más jóvenes en el programa, el cellista húngaro István Vardai.
1. Bengt Forsberg tendrá 'carta blanca' en esta quinta edición de la cita que dirige la pianista Benedicte Palko. 2. El violinista húngaro Kristóf Barati. 3. La violinista Esther Hoppe vuelve al Festival Joaquín Turina. 4. El violonchelista Gary Hoffman es una de las grandes figuras de esta edición. 5. Uno de los artistas más jóvenes en el programa, el cellista húngaro István Vardai.
Pablo J. Vayón Sevilla

06 de septiembre 2015 - 05:00

Desde que en 2007 presentara la primera edición del Festival Joaquín Turina, la pianista noruega afincada en Sevilla Benedicte Palko tenía claro que su modelo no iba a ser el de invitar a conocidos grupos camerísticos para una serie de conciertos, sino el de reunir durante una semana a músicos de una personalidad definida para que dieran clases a alumnos jóvenes y prepararan sus actuaciones conjuntas, a veces sin ni siquiera haberse visto antes. De toda la energía y los conflictos que eso genera se han llenado cuatro ediciones que han dejado momentos memorables para los aficionados a la música de cámara.

Para esta quinta edición del festival, Palko ha vuelto e reunir a un selecto elenco de artistas, una combinación de jóvenes y veteranos, algunos participantes en ediciones anteriores de la muestra, otros completamente nuevos, pero todos bien curtidos en el terreno camerístico, lo que garantiza citas de alto interés.

Dominan los instrumentistas de cuerda: tres violinistas que aún no han llegado a los 40 años de edad (Nicolas Dautricourt, Esther Hoppe, ya conocida del certamen, y Kristóf Barati), una joven viola de 30 años (la coreana Yura Lee), dos violonchelistas (el prestigioso Gary Hofmann, uno de los veteranos de esta edición, y el aún veinteañero István Vardai) y un contrabajista (el sueco Dan Styffe, que como Hofmann ronda ya los 60 años de edad). Además de la propia Palko, otros dos pianistas participan en la programación: el sueco Bengt Forsberg (1952), que ya estuvo en una edición anterior y se ha hecho famoso como acompañante de algunas grandes figuras internacionales del canto, y Aleksandar Madzar (1968), reconocido maestro serbio. Completan la nómina el clarinetista valenciano José Luis Estellés (1964), solista de la Orquesta Ciudad de Granada, que también repite, y la soprano noruega nacida en Berlín Isa Gericke, que llega en la plenitud de sus 42 años. Para los conciertos se unen cuatro jóvenes que se beneficiaron de las clases magistrales del festival en otros años (el violinista Antonio Viñuales, los violistas Alberto Rodríguez Herrero y Almudena Arribas y el violonchelista Salvador Bolón).

La reunión de todos estos solistas permite una notable flexibilidad a la hora de la elección de los repertorios y la inclusión de obras muy poco escuchadas, lo que supone un aliciente añadido a la programación. El certamen incluye cuatro conciertos de jóvenes, que se ofrecerán entre lunes y miércoles, además del concierto de la Orquesta del Festival (matinal del sábado 12), que incluirá célebres obras de Mendelssohn (Sinfonía de cuerdas nº10), Mozart (Concierto para clarinete, con Estellés de solista), Turina (La oración del torero) y Bartók (Divertimento), y como gran novedad de esta edición la presentación de una banda sinfónica formada para la ocasión (matinal del domingo 13), que estará dirigida en la primera parte por el flautista sevillano Rafael Ruibérriz (obras de Turina y Palau) y en la segunda por José Luis Estellés (Holst, Turina, Strens).

Los conciertos de los artistas tendrán un preludio el mismo lunes 7 con la actuación extraordinaria del guitarrista belga Jan Depreter (Amberes, 1975), quien ofrecerá la integral de la obra guitarrística de Turina que ha grabado recientemente para el sello Brilliant. Obras de Bach y del propio intérprete completan programa. El miércoles 9, Benedicte Palko ha dado carta blanca a Bengt Forsberg para que diseñe su propio recital: En compañía de Bengt alcanza su máximo interés en la interpretación que Isa Gericke hará de lieder poco conocidos de Alf Hurum, Ture Rangström, Percy Grainger, Jean Sibelius y Erich Wolfgang Korngold, además del muy famoso pero tan poco escuchado en directo (requiere un clarinete junto al piano acompañante y eso lo hace poco corriente) El pastor en la roca de Schubert. El Quinteto de Korngold, que Forsberg grabó hace años para un disco de Deutsche Grammophon, cerrará la velada.

La inauguración oficial del festival será el jueves 10, y en programa, junto al exigido Turina (en este caso las Variaciones clásicas Op.72 para violín y piano), tres auténticas obras maestras, bien conocidas del repertorio camerístico internacional: la Fantasía en fa menor a 4 manos de Schubert, la Sonata para violín y piano de Ravel y el Trío con clarinete de Brahms. El viernes 11 el festival se hace Íntimo, con un programa así titulado que incluye una primera parte con el extraordinario Trío en si bemol de Schubert (Hoppe, Vardái y Palko) y una segunda en la que Gary Hoffman y Bengt Forsberg ofrecerán de aperitivo El Jueves Santo a medianoche Op.2 de Turina y como plato fuerte, la Sonata para violonchelo y piano en re menor de Frank Bridge, obra escrita durante la Primera Guerra Mundial y muy poco difundida, a pesar de que su intenso cromatismo postromántico resultará atractivo para muchos aficionados.

El concierto del sábado 12 por la tarde se presenta con el título de La esencia e incluye una selección de seis de las nueve Musas de Andalucía de Turina, obra que exige como acompañante de la voz un quinteto con piano, lo que ha limitado su difusión. A su lado, una de las últimas obras de Schumman, también poco frecuentada, los Cuentos de hadas op.132, para clarinete, viola y piano, y el Octeto para cuerdas Op.7 de George Enescu, una extensa creación de la juventud del músico rumano, que la terminó en 1900, con sólo 19 años, y que ha quedado como uno de los ejemplos cardinales de esta poco transitada forma. En el concierto de clausura (domingo 13), el ya habitual Cuarteto con piano Op.67 de Turina se confrontará con canciones de Bridge, la famosa aria de Marietta de la ópera La ciudad muerta de Korngold, una fantasía escrita sobre temas de Carmen de Bizet por el violinista británico Julian Milone para la curiosa asociación de cuatro violines y contrabajo y el esplendoroso Quinteto La trucha de Schubert, obra de fácil inspiración melódica, favorita de infinidad de melómanos en todo el mundo.

El menú es francamente atractivo, tanto para los expertos como para los no iniciados en la música de cámara. En la web del festival (www.festivalturina.com) los interesados pueden ampliar detalles sobre la cita.

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