Los matadores de toros Miguel Ángel Perera y José María Manzanares tienen la intención de reaparecer en el mes de noviembre en América.

El diestro extremeño Miguel Ángel Perera, que abandonó el jueves el Hospital Virgen del Mar de Madrid, donde ha permanecido ingresado tras las dos cornadas que sufrió en Las Ventas el pasado 3 de octubre, comenzará en breve su rehabilitación. De momento, tendrá que convalecer varios días en su domicilio de Madrid, en reposo y en constante observación por los médicos de la Clínica Virgen del Mar", ha manifestado el diestro. Según Perera, que triunfó ante seis toros en solitario, en una actuación épica, esa tarde en la plaza de Madrid, la mantendrá en la memoria y es importantísima en su carrera, ya que "me he ganado el respeto de una afición tan exigente como la de Madrid, además de conseguir llegar al gran público, incluso a los que no son aficionados a los toros pero que a través de la vía de la épica y de mi propia sangre ya saben quién es Miguel Ángel Perera".

En cuanto a su reaparición, Miguel Ángel Perera considera que "los primeros compromisos en América los doy por perdidos, aunque algunos los han aplazado para que pueda llegar a tiempo. Es pronto para aventurar cuándo volveré a torear, pero la mente la tengo puesta en el día 9 de noviembre en la plaza de toros de Monterrey (México), aunque dependiendo de cómo me vaya encontrando y según lo que me digan los médicos, y a partir de ahí quiero hacer una temporada americana intensa, sin parar de torear para comenzar el año que viene en España fuerte y con energía".

Por su parte, José María Manzanares también quiere reaparecer en noviembre, en concreto el día en la plaza de toros limeña de Acho, de Perú, donde está contratado. El espada alicantino ya torea de salón y no quiere perder su campaña americana, pese a los graves problemas de salud que ha tenido durante la presente temporada, que tuvo que cortar recientemente por unos mareos que sufrió en el ruedo en una de sus actuaciones. Tras una analítica exhaustiva, los doctores achacan los problemas de salud a una posible infección de orina. El torero, con un tratamiento basado en antibióticos, ha mejorado en los últimos días y ha comenzado a realizar una vida normal, con entrenamientos. El pasado domingo incluso sacó a hombros a su amigo y compañero Pepín Liria en su despedida de los ruedos en Murcia.