Ciclo 'Clásicos en ruta' del CICUS. Programa: Canciones de G. Mahler y E. Granados.. Mezzosoprano: Pilar Vázquez. Piano: Elisa Rapado. Lugar: Iglesia de la Anunciación. Fecha: Viernes, 11 de febrero. Aforo: Tres cuartos

Tuvo su mérito, ciertamente, el público que asistió al concierto de anoche en la Anunciación, porque entre el frío reinante en el interior, los ruidos del tráfico de la calle Laraña y aledaños y la acústica retumbante del templo, no se daban las condiciones más apropiadas para gozar de una velada de canciones.

Pero todo ello lo lograron superar Pilar Vázquez y Elisa Rapado en un recital muy interesante, inusual por su intensidad, de gran concentración afectiva y expresiva y que tuvo en los Rückerlieder de Gustav Mahler sus centro anímico y espiritual.

La mezzosoprano leonesa posee una seductora e interesante voz de verdadera mezzo, esto es, con poderosos medios, centro bien asentado, ductilidad en el acceso a la zona aguda y notas graves bien apoyadas, si bien en esta zona se detecta a menudo la tendencia a engolar, a dejar la voz algo atrás para oscurecer el sonido de manera artificial, y así quedó en evidencia en las zonas más compremetidas por abajo de Das irdische Leben de Mahler y en La maja dolorosa I de Granados. Por lo demás, el timbre es de bonita textura, rico en armónicos, muy bien proyectado, con lo que con leve esfuerzo y poco fiato conseguía llegar con su voz hasta el fondo de la sala.

Todo ello se completó con una muy intensa caracterización expresiva de las piezas interpretadas, especialmente en las canciones sobre poemas de Rückert, donde afloraron excelentes reguladores (Ich atmete), un fraseo delicado y detalladamente cincelado (Ich bin der Welt) y una gradaciones dinámicas de gran eficacia dramática (Um Mitternacht).

En las canciones de Granados no siempre consiguió sortear el peligro del exceso de sensiblería. Aquí, sin embargo, lo que brilló fue el espléndido piano de Elisa Rapado, que en La maja y el ruiseñor devolvió la obra a sus orígenes pianísticos más íntimos.