La obra Hänsel y Gretel, de Engelbert Humperdinck, llega el sábado al Maestranza dispuesta a adentrar a los espectadores en los parajes asombrosos del cuento. Pero esta vez trae una ilusión añadida, una magia especial: surge del proyecto Produce una ópera, una iniciativa pionera en España que ha permitido que alumnos de una veintena de centros docentes de la provincia se impliquen en la elaboración de un espectáculo y conozcan de primera mano la emoción y el esfuerzo que hay detrás de este proceso creativo. Este singular montaje, que cuenta con Pedro Vázquez como director musical y con Maribel Macías como directora de escena, y que se representa el sábado en dos funciones -una matinal a las 12:00 y otra a las 18:00-, ha conseguido agotar todas las localidades.

En total, unas 600 personas han participado en esta aventura impulsada por el propio teatro y la Delegación de Educación de la Junta. Desde septiembre en que la empresa comenzó a tomar forma, Hänsel y Gretel ha reunido a una gran familia alrededor de la ópera: alumnos de la Escuela de Arte se ocupaban de la escenografía, el IES Pablo Picasso del vestuario, el Beatriz de Suabia del maquillaje y la peluquería, el Néstor Almendros afrontaba diversos aspectos técnicos como la iluminación, el sonido y hasta la realización de un making of, el Colegio San Francisco de Paula se hacía cargo de la regiduría... Mientras, la orquesta se formaba con jóvenes matriculados en los conservatorios Cristóbal de Morales, Francisco Guerrero y Sanlúcar la Mayor, y el coro se integraba por voces de una decena de colegios de Sevilla.

Se ponía en marcha un engranaje de tal envergadura que la directora gerente del Maestranza, Remedios Navarro, reconocía ayer en la presentación de la obra cierta "osadía" para coordinar la experiencia, pero, añadió, tanto las energías volcadas como los 50.000 euros que ha supuesto esta producción "merecían la pena" porque "somos partidarios de los proyectos pedagógicos, los alumnos son el público del futuro". Además de Produce una ópera, el Maestranza ha promovido este año como otra actividad formativa la campaña Adopta a un músico, que ha acercado a intérpretes de la Sinfónica a diferentes institutos.

La apuesta de Produce una ópera ha permitido que los alumnos se conviertan en profesionales. "Cuando estás estudiando, parece que tienes que terminar para ver la realidad", opina Gemma Lunar, estudiante de la Escuela de Arte, "pero esto ha sido una oportunidad para saber cómo es el volumen de trabajo de una ópera". Ha sido una toma de contacto "muy enriquecedora", apunta Beatriz Díaz, del IES Pablo Picasso. "Nuestro concepto de una prenda terminada, por ejemplo, no tenía nada que ver con lo que se pide para un teatro, donde hay que tener en cuenta la distancia a la que se ven las prendas o los juegos de luces", comenta. Los alumnos del Beatriz de Suabia también han aprendido que en el trabajo hay que mirar también por las necesidades del otro. "Tuvimos que fijarnos en el vestuario, en los tejidos y colores, para que nuestro maquillaje y los vestidos estuvieran sincronizados", asegura Ana Isabel Hernández.