El fútbol español, de moda y al borde del abismo

CUANDO mejor estamos, cuando más éxitos alcanza nuestro fútbol en la hierba y más piropos reciben nuestros futbolistas, resulta que es cuando peor estamos fuera de los dos tercios de hectárea que mide un campo de fútbol. Ahora que el Betis está de pleno derecho en Europa y que el Sevilla tiene casi visado el pasaporte, resulta que los fantasmas revolotean en la vertical de nuestro fútbol de una forma realmente amenazadora.

Vivimos las muy gozosas vísperas de que pueda confirmarse que España va a estar el domingo en Maracaná y de que los chavales reafirmen su presencia en octavos del Mundial Sub-20, pero... El idílico paisaje que se ve desde la tribuna no se compadece con el que se ofrece en los despachos y no sé si confundiendo la realidad con el deseo, José María del Nido adelanta que la UEFA podría expulsar de sus torneos a los que andan en ese salvavidas del concurso de acreedores.

Ni siquiera a los que tienen el convenio aprobado y, como el Betis, cumplen con los deberes que le ha impuesto la Justicia estarán libres de esa purga, según el presidente del Sevilla. En fin, que sea realidad o simple deseo del racial abogado, los nubarrones es cierto que se ciernen sobre el fútbol porque la cruda realidad desvela que las televisiones no van a poder cumplir con los compromisos económicos que en su día firmaron con los clubes y eso sí es una tragedia.

Tan dramático es el panorama que los augurios de José María del Nido van a quedarse cortos, muy cortos. Y es que como los operadores digan que no hay un euro más, la Liga, toda la Liga, se derrumbará como un castillo de naipes, no sólo los que se aferraron a la suspensión de pagos como único asidero al que agarrarse tras desastrosas gestiones o, peor aún, por saqueos masivos. Y qué paradójico que esto ocurra cuando tan de moda está el fútbol español... en la yerba.