Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La vía es (por ahora) andaluza
Con fecha 13 de abril se publicó en su diario un artículo firmado conjuntamente por un autodenominado "pequeño grupo de perseguidos y represaliados por el franquismo" en el que se acusaba a mi padre, José Utrera Molina, de literalmente "propiciar" e incluso de dar "órdenes directas" de "despidos, detenciones, malos tratos y torturas, encarcelamientos y deportaciones a decenas de trabajadores", en su etapa como gobernador civil de Sevilla entre los años 1962 y 1969. Nunca antes le habían acusado de nada así.
Son acusaciones falsas que pretenden justificar un cambio tardío del nombre de la avenida sevillana dedicada a él. Es curioso que quienes se autoproclaman como luchadores de "los derechos y libertades fundamentales" se manifiesten en un medio público calumniando.
Albert Camus dijo con lucidez que "la libertad consiste, en primer lugar, en no mentir". Mal se defienden la libertad y los derechos si bajo su invocación se miente. Entiendo que sólo un odio irreflexivo a lo que representó mi padre, un hombre fiel a su trayectoria política parte de la historia de Sevilla, explica el artículo citado.
Termino invocando de nuevo a Camus, haciendo mía su afirmación de que "existe una filiación biológica entre el odio y la mentira" y advirtiendo con él que "allí donde prolifere la mentira, la tiranía se anuncia". (Las citas a Albert Camus proceden de la entrevista publicada en Le Progrés de Lyon el día de Navidad de 1951).
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