Manuel Ruiz de Lopera sigue empeñado en escenificar el enésimo anuncio de venta de su paquete accionarial y ayer volvió a reunirse con Luis Oliver, quien arrastra un pasado turbio en sus gestiones tanto en el Xerez como en el Cartagena y que ahora aparecería como el nuevo comprador del Betis.

La tarde fue movida en la calle Jabugo. Desde la mañana, cuando en la presentación de las camisetas José León se negó a responder a las preguntas, ya se empezaban a intuir los movimientos. Los primeros se produjeron a primera hora de la tarde, cuando la gente más cercana a Lopera -el gerente, José Antonio González Flores, el director deportivo, Manuel Momparlet, y el director de comunicación, Iván Larriba- acudió a las oficinas del máximo accionista. Allí, éste les comunicó que tenía prácticamente cerrado un acuerdo con Luis Oliver para vender sus acciones y que, a diferencia de lo que ocurrió con la presunta venta a BSport, no podía garantizarles su continuidad en el club.

A las 19:45 aparecía el propio Oliver, acompañado por un séquito de cinco personas, además de otras dos que habían llegado momentos antes. Dentro permanecían el propio Lopera junto al presidente, José León, y el secretarío del consejo, Jaime Rodríguez Sacristán.

Pese a todo, las dudas en torno a la venta surgen en gran número. Para empezar, el Consejo Superior de Deportes tiene que dar el visto bueno al traspaso de poderes, ya que entraría en juego el 52% de acciones. Además, la juez Mercedes Alaya, como ya realizó en anteriores ocasiones, también requerirá información sobre esta cuestión, ya que en su instrucción también se ha puesto en duda el proceso de adquisición de acciones en 1992 e incluso Lopera podría caer en un delito de alzamiento de bienes por vender una propiedad de la que no sería legítimo dueño.

Las dudas sobre la venta también se acentúan ante la cercanía de la declaración de Lopera ante la propia juez, que se debe celebrar el próximo 14 de julio en el Juzgado de Instrucción número 6. Incluso la juez tendría la posibilidad de tomar medidas cautelares contra Lopera, como la suspensión de su paquete accionarial y la colocación de un interventor judicial en el club, por lo que las intenciones del consejero delegado podrían ir en este sentido.

Desde el entorno de Oliver, la versión es completamente diferente e incluso se asegura que el empresario se ve como dueño del Betis en unos días. Pero esa misma sensación ya fue expresada en otras ocasiones por Luis Castel o incluso por BSport, quienes llegaron a anunciar ofertas por jugadores y entrenadores, algo que también ha sido filtrado por el entorno de Oliver.

El encuentro entre Lopera y Oliver se prolongó durante varias horas. Y es que ninguna de las partes pretendía dejar algún cabo suelto en el contrato que los vincula. A última hora de la noche, Oliver continuaba reunido en la calle Jabugo, mientras que el club seguía sin realizar una comunicación oficial.

Lo único claro es que Lopera tuvo ayer una reunión definitiva con Oliver, quien desde su entorno se ha encargado de filtrar que será el nuevo presidente del Betis. Pero los precedentes, los historiales de los dos actores principales de la operación y la citación judicial de Lopera para la próxima semana levantan recelo sobre las consecuencias finales de todas estas reuniones. El consejero delegado escenificó la enésima venta de su paquete accionarial e incluso se la aseguró a su gente más cercana. Pero con Lopera, y ahora Oliver, de por medio, las dudas son algo más que razonables.