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Son y están

"La enseñanza pública será sólo guardería de humildes"

  • Al frente de un centro educativo destacado en Sevilla por su pujanza pedagógica y por su apertura a Europa, vive la paradoja de que está condenado al cierre pese a dar servicio a un barrio grande como el Polígono de San Pablo. Su voz es la de los docentes que se sienten vapuleados por la sociedad y por los gobiernos nacional y andaluz.

EN el Instituto Las Aguas hay ambiente de fin de curso y de recortes mayúsculos. Los practicados en la nómina de los profesores y los que decretan el fin del centro, poniendo fecha de caducidad a empleos para interinos, personal de limpieza, etcétera. Quince años lleva asumiendo su dirección José Manuel Robles, y ahora lucha por evitar su cierre, decretado por la Delegación Provincial de Educación, trasladando a los bachilleres a otros institutos del Polígono San Pablo, barrio que tiene 45.000 habitantes. Ocupa las instalaciones del antiguo colegio Rafael Alberti y quedan 120 alumnos y 25 profesores, se imparten los bachilleratos de Humanidades-Ciencias Sociales y el de Ciencia y Tecnología. Un 15% del alumnado hace la selectividad y la aprueba un 80% de esos. La enseñanza de FP ya fue derivada al IES Joaquín Turina. La Asociación de Padres de Alumnos se movilizó para evitar hace dos años el cerrojazo y logró del actual delegado de Educación, Jaime Mougan, el compromiso de que, aunque se impidiera la matriculación de nuevos alumnos, seguiría en funcionamiento mientras los últimos que habían entrado en la ESO concluían el ciclo de Secundaria.

Sevillano de la calle Santa Clara, José Manuel Robles tiene 58 años. Divorciado, con dos hijos, vive en una urbanización de campo porque le encanta el contacto con la naturaleza. Es el mayor de tres hermanos, y su padre, ya jubilado, era orfebre. Una familia de extracción humilde en la que, hasta él, nadie había hecho estudios universitarios. Se licenció en Filología anglogermánica, le interesaba mucho el inglés. Sus primeras clases las impartió un año en los Salesianos de la Trinidad. "Cuando volví de la mili ya no tenían plaza para mí, me preparé las oposiciones, las aprobé y empecé en Alcalá de Guadaíra mi trayectoria en la enseñanza pública. Llevo 23 años dando clases en el Polígono San Pablo, barrio en el que vive mi padre, y en el que residí desde los 15 a los 27 años de edad".

-¿Qué echa de menos de sus comienzos en la enseñanza?

-La sociedad y el alumnado le tenían bastante respeto a los profesores. Ahora no tenemos respaldo social, cualquier decisión nuestra no es secundada. La Logse que impulsó Felipe González era una ley muy progresista pero no se pusieron los recursos para hacer una enseñanza individualizada, y sin medios fue una hecatombe la ampliación de la enseñanza obligatoria hasta los 16 años. Y lo digo yo que me impliqué de lleno en la reforma educativa, apoyé esa ley, fui en Alcalá el coordinador de la reforma de Enseñanza Media, cuando Rubalcaba era ministro de Educación. Y en el IES Las Aguas también fomenté ser pioneros en la introducción de los bachilleratos experimentales. Este centro ha sido avanzadilla en afrontar nuevos retos.

-¿Cómo ha evolucionado el Polígono San Pablo?

-Ha mejorado bastante. Cuando llegué, había mucho chabolismo y delincuencia. Ahora es un barrio normalizado, con buena dotación de servicios y vecino del eje Nervión-Santa Justa, clave en la Sevilla actual. Si nos cierran este instituto, me temo que aumentará el absentismo escolar (y eso es un foco de conflictividad en la calle), los colegiales tendrían que ir a dos institutos que ya están masificados y donde recibirán menos atención personalizada. Para un barrio como este, es importante mantener a los alumnos con una ratio de 25 por clase en lugar de 35.

-¿Cómo define la falta de apoyo social al profesorado?

-Muchos padres quieren que el instituto sea una guardería donde estén recogidos los menores. Cuando se expulsa a un alumno, el padre siente que le creas un problema, y por eso le monta un pollo al profesor y le da la razón al niño. Para que siga en la guardería. El cambio drástico en la actitud de los padres también se aprecia en que un 65% de la población está a favor de que le bajen el sueldo a los funcionarios. Nos ven como una casta política o de privilegiados. Así ven a profesionales como yo, que llevo más de cinco mil horas de formación personal sobre mis espaldas que no me ha pagado la Administración, para ser un buen educador y un buen profesor. Todo en mi tiempo libre, con cursos en España o en el extranjero.

-¿Qué actitud van a adoptar los docentes?

-Cada vez estamos más resentidos con la sociedad, porque la ayudamos a tutelar a sus hijos y a cambio apoyan que nos bajen el sueldo. Me seguiré implicando con los alumnos, pero no con la Administración. Nos han tocado las narices Zapatero, Rajoy y Griñán. Si los padres quieren que los alumnos vayan a un museo, que los lleven ellos. Que viajen con ellos al extranjero para proyectos de intercambio. Si nos acusan de tener muchas vacaciones y ganar mucho dinero, pues que ahora se enteren de todo lo que hacemos por sus hijos. Y que se las apañen para hablar conmigo solo dentro de mi horario laboral. Cumplimiento estricto del horario, y punto. Es lo que piensa el profesorado en muchos institutos. El cabreo es grande. Nos han culpado de la crisis. Estamos ninguneados por los padres y por la Administración. No voy a bajar la cantidad de contenidos que se imparten en clase, y les voy a enseñar inglés lo mejor que sé. Si no hacemos huelga es porque no le damos más dinero a quien nos lo ha quitado.

-¿Es fructífero para los alumnos involucrarse en los programas con subvención europea que ustedes proponen desde el instituto?

-Mucho, porque mejoran su nivel de idiomas al vivir en diversos países durante unos días. Por la cantidad de experiencias novedosas que incorporan a su bagaje personal, favoreciendo su madurez. Alojándose en familias de esos países, después siendo ellos los anfitriones. Y por los contenidos que desarrollan para profundizar en los temas que sustentan el intercambio de conocimientos. La primera vez que lo puse en marcha fue hace casi veinte años llevando a 15 alumnos a Herne, ciudad alemana de Renania-Westfalia. Ahora tenemos vigente un proyecto de ecología con un instituto de Letonia, uno de Lituania, uno de Francia (Toulouse), uno de Holanda (Breda), uno de Turquía y uno de Grecia (Amaliada). Y cuando teníamos aún en el instituto alumnos de FP logramos en dos cursos que hicieran prácticas un mes repartidos por empresas de Roma y Florencia, supervisados por un coordinador del centro que llegaba a acuerdos con empresas de esas ciudades italianas.

-¿Por sus relaciones con profesores de otros países europeos, ¿qué falla en la educación española?

-De entrada, el respeto a los profesores, es de verdad en países tan distintos como Gran Bretaña, Rumanía o Bulgaria. El profesor es una autoridad moral. Aquí no. También llama la atención la mejor formación que tienen los alumnos. Están mucho más interesados por aprender que en España, son más trabajadores, más implicados en el proceso educativo. Salen de clase en silencio, no forman jaleo. Y he encontrado en varios países a profesores que hablaban cuatro o cinco lenguas extranjeras. También me llama la atención que países más pobres como Rumanía o Bulgaria tiene las aulas mejor dotadas con recursos educativos que nosotros. Y en Alemania, la organización del trabajo diario de los profesores por parte del jefe de estudios está muy por delante de nosotros.

-¿España está para indignarse?

-Este país es un cachondeo, en términos generales. Bananero al postergar siempre la solución a los problemas más graves. ¡Si aún gobernaba Felipe González y ya se alertaba de que estallaría la burbuja inmobiliaria! Que viene el lobo, que viene el lobo, y los políticos sin tomar medidas. Y el lobo ha llegado.

-Tras los informes europeos PISA sobre el pobre nivel educativo, ¿se ha remediado algo?

-El fracaso en las aulas ya lo denunciábamos muchos años antes que la OCDE. Ahora nos evalúan más. Pero, de qué sirve tanta evaluación si no me dan medios para que mejore. Si tengo que trabajar más horas con más alumnos por clase y con menos sueldo. Si nos están desmotivando. Van a cargarse la enseñanza pública. Van a conseguir que sea una guardería para humildes e inmigrantes. De aquí a cinco años, es el futuro de la educación en este país. Los colegios públicos convertidos en centros asistenciales. Y el que tenga un sueldo mediano, meterá a su hijo en un centro concertado o privado. Esto se va a ir al garete y los niños van a aprender menos todavía.

-¿Qué propone para reformar la Universidad?

-Que sólo entren los mejores alumnos, y planificar los titulados superiores que necesita el país. Es impopular decirle a las familias que es bueno establecer numerus clausus, y es un fraude que en algunas facultades como Medicina no se pueda enseñar con prácticas por el excesivo número de alumnos.

-¿El alcalde de Sevilla podrá evitar el cierre del IES Las Aguas?

-Considero importante su apoyo, nos recibió en el Ayuntamiento, y le ha mandado una carta a Griñán pidiéndole que no se suprima ese servicio educativo en el barrio. Sería magnífico que dieran marcha atrás, y pudiéramos admitir de nuevo a alumnos desde Primero de ESO. Deberían venir al IES Las Aguas alumnos que residen en Sevilla Este, donde hay tanta población escolar. Cogerían el autobús 27 y los dejaría en nuestra puerta. Pero eso no es rentable electoralmente para los políticos. Si no rectifican, el curso 2012-13 será el último del IES Las Aguas.

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