La crisis y las constantes subidas del precio del tabaco han disparado los robos de esta mercancía en Sevilla antes de llegar al estanco. Según una quincena de estanqueros consultados por este periódico, "es un problema muy generalizado en los últimos dos años" y el modus operandi de los ladrones es siempre el mismo: un robo con fuerza que comienza siguiendo al vehículo cargado y rompiendo un cristal para llevarse mercancía.

Cuatro de los 15 estancos de la capital consultados este martes han sufrido uno o varios robos de este tipo en los últimos meses o bien el seguimiento de ladrones mientras circulaban con el coche cargado. Así lo relatan responsables de establecimientos de Triana (2), Los Remedios (1) y la periferia del centro histórico (1). "A nosotros nos han forzado el vehículo donde transportamos el tabaco en cuatro o cinco ocasiones. Han subido los robos a estancos y el contrabando, pero las autoridades no hacen nada", se queja la dueña de un estanco de Triana, que asegura haber presentado denuncias ante la comisaría de Policía del barrio.

"Nos han robado la furgoneta con tabaco varias veces en el último año", afirma la empleada de otro de Triana.

El resto de estanqueros que todavía no se han visto afectados por la sustracción de mercancía sí declaran conocer el problema perfectamente. "Sabemos que este tipo de robos están ocurriendo y que han afectado ya a varios estanqueros en Sevilla", relató ayer el encargado de un establecimiento del centro. En Santa Aurelia, un encargado declara que estos incidentes se vienen escuchando sobre todo este año.

Los cacos aguardan en las inmediaciones del único almacén donde se distribuye la mercancía (en el Polígono industrial Aeropuerto) a que el estanquero cargue su vehículo y, a continuación, siguen al conductor hasta el destino. Aprovechan cualquier descuido para romper un cristal y llevarse lo que pueden, ya sea en un semáforo, en un garaje particular o en la misma puerta del estanco. Hasta el momento no suelen ir armados.

El tabaco que se roba a los estanqueros acaba en otras manos que lo venden a un precio más bajo en quioscos, en la calle o incluso en bares, denuncia el gremio. Algunos estanqueros aseguran que un cartón de tabaco, por ejemplo, puede acabar vendiéndose a 10 euros (un euro por cajetilla) y un paquete de rubio de los caros a 3,50 euros, después de haber tenido un primer pase a dos euros.

Para tratar de evitar los robos, la empresa Logista que provee de tabaco al gremio de Sevilla ha publicado una circular con consejos al gremio a la entrada de la nave. Entre esos consejos figura que se intente no parar en ningún sitio con el coche cargado y que, en el momento de descargar, el conductor se acompañe de otra persona, de forma que no se haga la operación en solitario.

En la capital andaluza, el tabaco no se roba asaltando estancos, como ha sucedido en las zonas rurales de trece provincias españolas, donde operaba una red que fue desmantelada el pasado abril.

El presidente de los estanqueros sevillanos, Fernando Romero, confirma que el robo de tabaco se acentúa en los periodos de crisis, como el actual y asegura que la Policía está intentando frenar esta incidencia. Pero más que los robos, lo que más le preocupa al presidente de los estanqueros sevillanos es el contrabando. "El robo de tabaco es casi diario, de siempre, hay veces que se da más fuerte esta incidencia con la crisis. Lo que está muy fuerte es el contrabando, que ha hecho caer las ventas más de un 50% en la provincia respecto a los dos últimos años", se queja.