La defensa de Javier Delgado ha anunciado su intención de presentar una querella por "calumnias" contra Miguel Carcaño, después de que el asesino confeso ratificara este lunes su séptima versión, en la que culpa a su hermano de la muerte de Marta del Castillo.

Así lo anunció este lunes el abogado José Manuel Carrión, que representa a Javier Delgado, al término de la declaración de Miguel Carcaño, al haber solicitado al juez de Instrucción número 4 de Sevilla que se le diera oficialmente "testimonio" de la declaración para "proceder contra el compareciente por calumnias", según refleja el acta de la comparecencia judicial.

Esta intención fue comunicada este lunes antes de que se procediera a tomar declaración como imputado a Javier Delgado, algo que el juez ha realizado por sorpresa a primera hora de la mañana para evitar la presencia de las cámaras, dada la expectativa mediática que genera el caso de la desaparición y asesinato de Marta.

La querella por calumnias de Javier Delgado no es el único problema jurídico al que puede enfrentarse Miguel Carcaño, puesto que en caso de que el juez archive la causa, como todo hace indicar, la Fiscalía podría incluso acusar al asesino confeso de un nuevo delito contra la integridad moral y de denuncia falsa. 

Como argumento para esta nueva acusación, que podría de prosperar acarrearle una nueva condena de varios años de cárcel a Miguel Carcaño, algunas fuentes subrayan que precisamente el joven ha sido ya condenado por el Tribunal Supremo por haber hecho precisamente lo que supuestamente estaría haciendo otra vez al ofrecer una nueva versión y un nuevo hipotético paradero del cuerpo de Marta del Castillo. El Supremo condenó a un año y tres meses a Miguel Carcaño por haber aumentado el dolor de los padres, con los continuos cambios de versión y su negativa a decir dónde estaba el cadáver de la joven: primero dijo en el río Guadalquivir, después en el vertedero, y ahora enterrada en una finca de La Rinconada.

La sentencia del Alto Tribunal destacó, en este sentido, que Carcaño había "instrumentalizado" la causa e hizo hincapié en su mente “manipuladora” para justificar la condena por el delito contra la integridad moral, del que inicialmente había sido absuelto por la Audiencia de Sevilla.