Crisis en la universidad

El tijeretazo afectaba a más de mil alumnos sevillanos en el extranjero

  • Los dos rectores destacan los perjuicios académicos y económicos de la medida.

El amago de tijeretazo del ministro de Educación, José Ignacio Wert, a las becas Erasmus ha supuesto un sobresalto nada despreciable para un importante sector de la comunidad universitaria en Sevilla. Del total de 1.388 erasmus de las dos universidades de la ciudad que actualmente disfrutan de su beca en el extranjero, unos 1.052 (un 75%) entraban dentro del grupo al que el ministro había decidido despojar de la ayuda que aporta el Estado a la beca. De estos más de mil afectados, 731 pertenecían a la Universidad de Sevilla, mientras que 321 eran de la Pablo de Olavide.

Ante la situación de incertidumbre que la medida de Wert podía provocar en sus estudiantes, y antes de el ministro anunciase el aplazamiento por un año de la misma, los dos rectores sevillanos, Antonio Ramírez de Arellano (Hispalense) y Vicente Guzmán (Pablo de Olavide) volvieron a dejar claro con sendas declaraciones su desacuerdo con uno de los ministros más polémicos del actual Gobierno Popular.

Ramírez de Arellano señaló antes que nada la sorpresa que supuso para comunidad universitaria el recorte anunciado por Wert. "La medida surge de la nada, sin discusión, publicación previa o puesta a disposición de las autoridades académicas y políticas. Tenía que haberse hablado", dijo el rector, quien recordó el enorme esfuerzo que hacen muchas familias de clase media que no disfrutan de becas generales para mandar a sus hijos a estudiar a Europa con una Erasmus. Para Arellano, el problema que se le planteaba a los estudiantes no sólo era económico, sino también académico, ya que estos alumnos se han matriculado de una serie de asignaturas en Europa y Sevilla y han realizado unos cálculos y previsiones que se podrían ver frustrados, con el consiguiente perjuicio para los mismos.

Además de apuntar a que la medida perjudicará gravemente la internacionalización de las universidades, Ramírez de Arellano consideró también que ésta "es consecuente con las declaraciones del ministro, que el año pasado puso sobre la mesa que los erasmus se interesaban en la beca por motivos no académicos". Ramírez de Arellano aportó un dato curioso: un bono de comedor universitario en la Hispalense cuesta anualmente 80 euros, por lo que los 100 euros mensuales que Wert quiere recortarle a los erasmus afectados no es la nimiedad que algunos quieren hacer ver.

Por su parte, el rector de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente Guzmán, hizo -también antes de la rectificación- una valoración "negativa" de la decisión. Guzmán vio "inaceptable" que los recortes sorprendiesen a los estudiantes ya en el extranjero. "Es como cambiar las normas del partido una vez que éste ya ha comenzado", puso como ejemplo.

El rector de la UPO también hizo hincapié en los perjuicios académicos que podría acarrear el tijeretazo de Wert y destacó que la Erasmus no sólo aporta al estudiante una serie de conocimientos técnicos, sino que también es "una experiencia vital" y una manera "muy útil y eficaz" de aprender idiomas, "más en unos momentos en los que los exigimos para conceder los títulos de grado.

Finalmente, ambos rectores dejaron claro que sus universidades no tienen fondos para paliar una medida de este calibre y señalaron el daño que se podría realizar a la comunidad universitaria.

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