Los centros del Servicio Andaluz de Salud (SAS) han registrado 40 agresiones físicas en los primeros nueve meses de este año, que se suman al último episodio violento registrado el pasado domingo en el centro de salud Pino Montano B, donde seis personas fueron atacadas por cuatro individuos que acudieron a las Urgencias. Tres de las víctimas, profesionales del SAS, necesitaron asistencia en el Hospital de Traumotología por los fuertes golpes que recibieron y, en estos momentos, se recuperan favorablemente de las lesiones, pero sufren problemas de angustia y de estrés por lo sucedido.

Los trabajadores del SAS en todos los centros de salud de la ciudad celebraron este martes concentraciones de condena contra la violencia en la consultas y mostraron su solidaridad con los agredidos. La Consejería de Salud, por su parte, mostró "un completo apoyo" hacia los profesionales del punto de Urgencias en Pino Montanto y anunció que se personará en la causa. Además, la titular andaluza de Salud, María José Sánchez, subrayó que se reforzarán todas las medidas incluidas en el plan para evitar estas situaciones. En el momento de los hechos, en torno a las siete de la tarde del pasado domingo, las Urgencias de Pino Montano no contaban con la presencia de un vigilante de seguridad. Los problemas comenzaron con la llegada de un paciente, que presentaba síntomas de intoxicación etílica, acompañado por tres personas al punto de Urgencias. Procedentes del Vacie y de etnia gitana, estos individuos reaccionaron de manera muy violenta cuando los profesionales pidieron a los familiares que abandonaran la sala y permanecieran en la sala de espera. En ese momento los acompañantes y el propio paciente comenzaron a agredir con gran violencia a los profesionales y destrozaron mobiliario de la consulta. Tras la agresión el centro de salud permaneció cerrado de manera preventiva y, según testigos, familiares de los agresores permanecieron en el exterior portando armas blancas.

El Sindicato Médico de Sevilla, junto a otras centrales como Satse y CSIF, exigió este martes más seguridad en este centro de salud donde se han registrado tres agresiones físicas en apenas seis meses. "Condenamos estos hechos y exigimos que los agresores no queden inmunes", comentó Reyes Zabala, portavoz del Satse. El Sindicato Médico insistió en pedir "medidas de seguridad activas que verdaderamente aseguren que estos hechos no vuelvan a ocurrir". Estos casos de violencia suelen ser tipificados como delitos de atentado a la autoridad de modo que más allá de una falta, los autores reciben condenas de cárcel.