Sevilla

Los Jardines del Prado recuperarán su aspecto original a final de semana

  • Los operarios ultiman la reposición de todo el mobiliario que fue retirado para construir la fallida biblioteca de la Hispalense.

Cuatro años y medio después de que la Justicia tumbara el proyecto para la construcción de la Biblioteca Central de la Universidad de Sevilla, la zona construida en los Jardines del Prado de San Sebastián recuperará su aspecto original a final de esta semana tras la colocación de los bancos y finalizar la edificación de las tres fuentes que lucirán en la zona.

Los trabajos realizados han consistido en la reposición de todo el mobiliario que fue retirado en su día de los jardines, entre los que se incluyen la instalación de fuentes, bancos, farolas fernandinas y elementos ornamentales, y se ha completado con la plantación de árboles y arbustos.

De los 128 ejemplares de árboles que tenía esta zona de los Jardines del Prado, unos 33 no han vuelto a su lugar original porque se ha decidido prescindir de las 25 palmeras washigtonias, debido a los problemas de mantenimiento que dan por la plaga del picudo rojo, y se han reducido a un tercio los laureles de indias para que sus copas quepan mejor en el espacio favoreciendo así la ventilación. Finalmente han sido 95 los árboles trasplantados, según el acuerdo alcanzado en su día por el área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla y la Universidad con la activa Plataforma por los Parques y Jardines de Sevilla.

Ésta es la lista de los árboles que han vuelto al Prado: tres cipreses de cementerio, seis tipuanas, 18 gravilleas, cuatro laureles de India (había 11 en origen), 13 ciruelos japoneses, 16 lagunarias, seis paraísos, 12 jacarandas y 17 naranjos amargos, además de 41 arbustos de distintas especies.

El Ayuntamiento y la Universidad acordaron eliminar los setos de matorral que había antes de las obras por considerar que provocaban zonas oscuras, generando suciedad y sensación de inseguridad. En su lugar, se han colocado nuevas plantaciones, acordes en calidad y variedad con el diseño primitivo, que aportan más transparencia al parque y permiten una mejor contemplación del entorno y disfrute del mismo.

Anteriormente a este proceso, las excavadoras y demás máquinas eliminaron cualquier rastro del esqueleto de la malograda biblioteca para dejar la parcela totalmente plana y libre de construcciones. Las máquinas taladradoras horadaron el hormigón de los pilares y de la estructura del aparcamiento subterráneo (prácticamente terminada) en cumplimiento de las reiteradas sentencias del Alto Tribunal andaluz que declararon ilegal la recalificación del suelo llevada a cabo por el gobierno municipal de Alfredo Sánchez Monteseirín.

Aún sin fecha de reapertura, esta última fase de las obras ha contado con un presupuesto de 800.000 euros, que sumado al coste de la demolición eleva la cifra hasta los 2,8 millones para las arcas de la Hispalense, que ya había invertido otros seis millones, con lo que el coste del fracasado proyecto de la arquitecta iraquí Zaha Hadid se acerca a los nueve millones.

La Universidad de Sevilla intentó rentabilizar la obra hasta el último momento e incluso propuso al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía reconvertir el espacio en unos jardines colgantes con mirar para pájaros, cafetería y zona de ocio, propuesta que fue rechazada por el Alto Tribunal.

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