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Elecciones europeas en Sevilla

Un "lobby social" que aspira a cambiarlo todo

  • 400 personas han colaborado en Sevilla con Podemos, que confirma que concurrirá a las elecciones municipales.

El tirón mediático de Pablo Iglesias, el profesor de la Complutense que abría la lista de Podemos a las elecciones europeas, ha sido una ayuda para hacerse "visibles", "una táctica", no la razón de que el partido, con cuatro meses, haya logrado cinco parlamentarios, 188.000 votos en Andalucía, ser la tercera fuerza en la ciudad de Sevilla, la cuarta en el conjunto de la provincia en su debut. Detrás hay una "propuesta", un "trabajo de base", en los "círculos" -asambleas- que se han hecho en plazas de los barrios, como Amate, en algunos pueblos, no en las sedes de los partidos a los que la gente corriente no va. Había un "espacio político por recuperar, la gente estaba esperando una iniciativa diferente, cansada de la misma forma de hacer política". Se vio en el 15-M, en las marchas por la dignidad, pero la "casta política no fue consciente, ni los partidos, ni los sindicatos hicieron una reflexión seria".

Son los argumentos que, para explicar la irrupción de Podemos, aportan Juanjo García (periodista, 34 años, bibliotecario en Umbrete); Inmaculada Rodríguez (profesora jubilada de Educación Física, de 61); Cristina Honorato (profesora de Geografía e Historia en el IES Diamantino García) y Jesús Castillo, 40, profesor de Ecología en la Hispalense y uno de los tres candidatos de Sevilla que entraron en las listas europeas tras unas primarias que movilizaron a 50.000 personas en redes sociales. Están sorprendidos a medias con lo ocurrido. "El no aparecer en los medios de la casta -dice Jesús- no quiere decir que el movimiento no fuera importante, que no percibiéramos la ilusión", sobre todo en las tres últimas semanas, cuando la gente les paraba por la calle. Aunque cuando sus papeletas se agotaban en la jornada electoral algunos creyeron que se las robaban. La razón era más simple: votantes de otras siglas traían el sobre de casa, Podemos -que ha financiado la campaña "pasando la hucha", encargándose por turnos de pagar fotocopias y que bromea sobre la supuesta financiación del Gobierno venezolano- no las buzoneó.

Los cuatro son una representación del grupo que en Sevilla ha estado implicado en la campaña. En su lista de correo tienen a 400 personas más y 270 fueron apoderados el 25-M. Si su perfil sirve de ejemplo, han estado vinculados a otros partidos y están en movimientos sociales. El padre de Juanjo, Fernando, fue alcalde socialista de Umbrete en 1979 y el hijo coqueteó con Juventudes Socialistas. En Sevilla, se le conoce también por su implicación con la Corrala Utopía. Inmaculada estuvo afiliada a la formación del otro Pablo Iglesias. Cristina ha pasado por IU, Juventudes Comunistas, Izquierda Anticapitalista. Jesús es delegado sindical del SAT. Pero insisten en que la repercusión de Podemos revela que su perfil es de amplio espectro, "el de la crisis, el de los que están sufriendo los recortes, el del 15-M", con dos grupos mayoritarios: jóvenes que nunca habían votado y mayores desencantados.

Dan por hecho que van a concurrir en Sevilla a las elecciones locales, a menos de un año vista, pese a que el movimiento no tiene un líder claro, ni un portavoz oficial, ni se ha reunido formalmente en Sevilla para valorar los resultados. Este jueves está prevista, en el Parque de María Luisa, la primera asamblea. Es un proceso que encararán desde el 12 de junio y del que no aciertan concretar nada. "Será la estructura imprescindible para garantizar la participación y la revocabilidad de los cargos -es posible, porque es frecuente, que descabalgados de otras fuerzas quieran aprovechar su auge-, algo similar al movimiento en red, fortaleciendo los círculos". Más lento, pero que funciona, defiende Inmaculada, que apunta el error de pensar en una "estructura vertical" que los simpatizantes de Podemos han rechazado de antemano. Los candidatos se elegirán también por primarias.

En cuanto a lo que les definirá del todo, lo que harán cuando estén en las instituciones, son claros. Sobre todo, el que parece más dogmático es Jesús Castillo. No habrá pactos con partidos implicados en recortes. Censuran las especulaciones sobre los acuerdos que se podrían dar si entran en el Parlamento andaluz. "No se comprende el mensaje: el PSOE y el PP son la misma mierda y no vamos a pactar con la mierda". "En Andalucía, el gobierno del PSOE con IU recorta en Sanidad, en Educación". No pactar con nadie implicado en los recortes es una "línea roja".

Ni siquiera ante ejemplos prácticos -en Sevilla, el pacto permitió a IU impulsar los carriles bici- admiten otras posibilidades, aunque ello contrasta con el mensaje que Pablo Iglesias lanzó el domingo, diciendo que aspiran a gobernar, como alternativa "a la casta". "Vamos mucho más allá de un carril bici", "no buscamos el pacto, ni el sillón a cambio de nada". Cristina alude a que el reto es ser el "caballo de troya para cambiar las instituciones", llevando al centro los movimientos sociales, ser su "altavoz" donde se toman las decisiones, un "lobby social", tan efectivo como los económicos que no ha existido hasta ahora. "Si Podemos es un fenómeno, ha venido para quedarse", sentencia, e incide en la alegría, la ilusión que en su instituto, en Amate un barrio castigado por la crisis, ha recogido tras los resultados del domingo. Jesús añade que, en su Facultad de Biología, muchos compañaros le están apuntando ya propuestas que se podrían incorporar a un proyecto para Sevilla.

Por ahora, su programa se resume en la "directiva Villarejo". Estos cuatro representantes de Podemos, admiten que algunas propuestas, como la supresión de la tauromaquia, serán usadas por sus detractores, sin entrar en las demás, pero recuerdan que todo se puede discutir y proponer en el "círculo".

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