Nueva acción a la vista. Trabajadores, vecinos, estudiantes y usuarios de instalaciones ubicadas en las zonas de Bami, Nervión, Pirotecnia y Isla de la Cartuja se reunirán mañana a las 10:30 con el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, para pedir la paralización de la instalación de las nuevas plazas de zona azul y soluciones para los colectivos afectados, "a los que no se ha tenido en cuenta y a los que no se da solución". En declaraciones a este medio, el secretario de Acción Sindical de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, se mostró ayer convencido de que la situación se resuelve dialogando, y lamentó que "Zoido llame y no plantee una reunión con todos los colectivos afectados".

Hoy, y a la misma hora, la Plataforma Cívica de Bami, formada por vecinos, comerciantes y representantes de los trabajadores del Hospital Virgen del Rocío, presenta al Defensor del Pueblo una queja para pedir también la retirada del servicio de estacionamiento en superficie de pago. El Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus) y la Asociación de Consumidores y Usuarios en Acción (Facua) apoyan la reivindicación de todos los afectados por la medida. La plataforma vecinal ha abierto una página en Facebook para recoger firmas a favor de su lucha.

El Defensor del Pueblo Andaluz abogó el martes por "encontrar fórmulas distintas" a la instalación de las nuevas plazas de zona azul con "la participación y el consenso" de trabajadores, vecinos y usuarios. "La gente no quiere coches en doble fila y no quiere gorrillas por la inseguridad, y la fórmula del Ayuntamiento es el estacionamiento en superficie de pago", así que la "única posibilidad de arreglarlo es consensuar salidas a la zona azul para evitar llegar a la doble fila y al mismo tiempo a sistemas no regulados", afirmó Maeztu. Así, insistió en que "tiene que haber fórmulas" y saber, por ejemplo, "cuánto agotan el aparcamiento los trabajadores del Hospital Virgen del Rocío, cuánto agotan otros que vayan a esta zona a trabajar o cuánto costaría un abono", pero este tema "hay que arreglarlo con la participación de los trabajadores, usuarios y vecinos" y "encontrar fórmulas distintas que se puedan explicar, la mejor solución de las posibles, menos volver de nuevo al caos".