El nuevo curso escolar arranca hoy y el Ayuntamiento de Sevilla sólo ha terminado sus deberes en 10 de los 37 colegios en los que tenía previsto  acometer obras en este año. Sólo uno, el Joaquín Turina, comenzará las clases con albañiles en los pasillos, pero otros centros convivirán con los trabajos en los próximos meses.

A pesar de la demora, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, se mostró orgulloso de las actuaciones que se están llevando a cabo en los colegios públicos que, a su juicio, contribuyen a mantener y mejorar la dignidad de la comunidad escolar. Durante el mandato del PP, se han realizado 126 trabajos de mantenimiento y conservación de instalaciones educativas, en los que se han invertido 14 millones de euros. Zoido explicó además  que parte de esta cantidad ha sido destinada a competencias que exceden a las del Ayuntamiento y aprovechó para acusar a la Junta de Andalucía de no contar con una red de centros de educación pública conforme a los cánones de los "edificios modenos".  "Nosotros vamos a seguir en la misma línea y la puesta en marcha de las mejoras continuará siendo planificada y coordinada", apuntó el alcalde.

Hoy se espera que el inicio de curso discurra con normalidad en todos los centros, pues la única duda, que el Joaquín Turina abriera sus puertas, fue despejada ayer por la Asociación de Madres y padres de Alumnos (AMPA) del colegio. Los alumnos abrirán sus libros  sin que se hayan acabado las actuaciones en las cubiertas y en los aseos de su centro educativo. Por ello, el Consejo Escolar publicará una serie de indicaciones para que la comunidad educativa pueda convivir con las obras.

El alcalde pidió disculpas por los "problemas técnicos" surgidos en las reformas del centro y  afirmó que la decisión de comenzar o no el curso escolar dependía de la Consejería de Educación. En este sentido, Zoido argumentó que es preferible que los trabajos se retrasasen uno o dos días más antes de que se acaben de forma indecente y perjudiquen a los alumnos.

Las obras en el Joaquín Turina no son las únicas, aunque sí las de mayor envergadura.  En la mayoría de centros educativos con proyectos ya adjudicados y no concluidos, los trabajos se acometarán, según el gobierno local, en horario no lectivos.

En el colegio público José María del Campo, al que el alcalde visitó también en la mañana de ayer, los trabajos tampoco se han finalizado. La reformación y la adaptación del salón de actos de este centro de Triana, que cuentan con un presupuesto de 175.000 euros, están a punto de finalizar y, según el Ayuntamiento, no suponen ningún impedimento en que los alumnos inicien sus clases con normalidad. El alcalde recordó que este espacio lo usan todos los vecinos de Triana, con independencia de cualquier actividad escolar.

Zoido aprovechó su proximidad al CEIP San Jacinto y se acercó a ver cómo había quedado su pista deportiva. Ésta ha sido consolidada con pintura antideslizante  para garantizar la seguridad de sus usuarios, lo que requirió una inversión de 18.000 euros.  El año pasado también se acomentieron importantes reformas en este centro y se instalaron  unos aseos nuevos.

La puesta a punto del centro docente Lora Tamayo, en Bellavista, tampoco interrumpirá las primeras andadas de los más pequeños. La carpintería del colegio se está adecentando pero las actuaciones en las aulas, según fuentes del Ayuntamiento, ya han acabado.

Caso particular es el del colegio Fray Bartolomé de las Casas.  En principio, sólo estaba previsto que en este centro se cambiara la calefacción. Sin embargo, el equipo directivo pidió también la construcción de seis nuevos aseos, por lo que el Ayuntamiento tuvo que aumentar la inversión y la tramitación del contrato se retrasó.  La junta de gobierno aprobó la adjudicación definitiva la semana pasada y se espera que las obras comiencen a mediados de octubre.