El controvertido tema de la tala de árboles de algunas calles de la ciudad, que se discute desde hace un mes, vuelve a saltar a la palestra. Juan Ignacio Zoido, alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, visitó ayer la escuela taller de hostelería situada en la barriada de Torreblanca donde apuntó que "el otro día encontramos un informe del año 2001 en el que se decía que los plataneros de Indias estaban enfermos, en su mayoría, y deberían ser todos sustituidos".

La poda de árboles vuelve a debatirse debido a que el martes se desplomó uno ubicado sobre la calzada de la avenida Palos de la Frontera y ayer en la calle Campo de los Mártires. Aunque el incidente no causó ningún estrago pone, una vez más, en entredicho el estado de salud del arbolado de la ciudad. El alcalde lamentó dicho altercado, que atribuyó al vendaval en Sevilla de los últimos días, y aseguró que él mismo se encargará de la revisión y control de todos y cada uno de los árboles de la ciudad. "No ha habido ningún Gobierno que haya recepcionado en el tiempo que llevamos nosotros en el mandato mayor número de zonas verdes", afirmó el primer edil.

Zoido añadió, en relación con el debate suscitado por la poda de 21 de los 26 ejemplares de plataneros en Almirante Lobo, que en 2001 se emitió un informe sobre la necesidad de sustituir algunas especies y "nos encontramos en 2014. Yo he pedido que se haga una radiografía de qué árboles tenemos que plantar en Sevilla". No se trata de poner "el más barato y que antes crezca" sino, como defiende el alcalde, de "plantar un ejemplar atendiendo a las condiciones medioambientales y cuyas raíces no levanten las aceras o estropeen las conducciones de tuberías o de desagües de abastecimiento que hay en el subsuelo", añadió el alcalde.

También recordó al respecto que el Consistorio hispalense ha realizado diversos "macrocontratos" de personal especializado para que se encargue de este asunto. "En Sevilla ha habido décadas sin que se podase un árbol", manifestó Zoido.

El alcalde también advirtió de la necesidad de poner nuevos alcorques que concentren las características acordes al arbolado. "Deben ser amplios y con el drenaje suficiente para que las ráices no estropeen. Pudriéndose parte de las raíces, se corrompe el tronco y, por tanto, parte de las ramas más altas también", expresó el primer edil que señaló que la calle Almirante Lobo, en el centro de la controversia en las últimas semanas, "será una de las primeras donde irán colocados esos alcorques especiales que voy a supervisar personalmente para que tengan la tierra apropiada y el drenaje suficiente", finalizó el alcalde.