Los robos en el campo bajan un 12% en un año pero se sitúan aún en 4 al día

El despliegue de hasta seis unidades especializadas de la Guardia Civil permite reducir por segunda vez estos delitos en las explotaciones agrícolas y ganaderas, que se dispararon en 2012

Fernando Pérez Ávila

03 de abril 2015 - 05:03

Los robos en el campo han vuelto a descender en la provincia de Sevilla. En esta ocasión lo han hecho en un 12,4%. El dato corresponde al año 2014 en relación con el ejercicio anterior. Sevilla es la segunda provincia española en la que más robos y hurtos en explotaciones agrícolas y ganaderas se registran, sólo superada por Valencia. Los delitos en las zonas rurales fueron subiendo continuamente en los primeros años de esta década, lo que motivó la creación de unas unidades especiales de la Guardia Civil para la vigilancia del campo.

Son los llamados equipos ROCA, que en Sevilla cuentan con seis unidades desplegadas en Utrera, Villamanrique de la Condesa, Lora del Río, Carmona y Estepa, más un sexto grupo que tiene su sede en la comandancia de Sevilla, en Montequinto, y suele servir de apoyo a los cinco anteriores en función de las necesidades del servicio. El despliegue de estos guardias civiles ha permitido rebajar la estadística de delitos en el campo por segundo año consecutivo.

Así consta en un informe facilitado por el Gobierno central a varios diputados del PSOE. Este documento detalla que en la provincia sevillana se registraron 1.551 robos en el año 2014, lo que supuso una caída del 12,4% sobre 2013. Este año se cerró con 1.771 casos. El anterior, 2012, supuso un punto de inflexión, puesto que se alcanzaron los 2.094 robos y hurtos en las fincas sevillanas. 2011 se cerró con 1.836 casos y fue precisamente entre 2010 y 2011 cuando se dispararon los delitos, pasando de 1.064 a 1.836. Antes, en los años 2008 y 2009, las cifras fueron mucho más bajas, con 750 robos en el primer ejercicio y 872 en el segundo.

El aumento de los robos ha ido de la mano del incremento del precio del cobre y otros metales. Esto ha hecho que las instalaciones de regadío hayan sido muy codiciadas por los ladrones, que se han agrupado en verdaderas bandas que cada noche desvalijaban explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia. Tractores, remolques, empacadoras, ordeñadoras y todo tipo de máquinas han sido sustraídos en los últimos años en Sevilla, para luego venderlas en otras provincias. El robo de maquinaria ha sido continuo en la campiña desde el inicio de la crisis económica. El equipo ROCA de la Guardia Civil de Carmona esclareció el año pasado numerosos robos de este tipo y recuperó más de 25 máquinas sustraídas. En esta operación, denominada Kubota, fue detenido un vecino de El Viso del Alcor que guardaba lo robado en una finca de Carmona.

A esto hay que unirle los delitos más tradicionales, como los robos de cosecha o de ganado, que se siguen dando. En el primer caso, son muy frecuentes las sustraciones de aceitunas y naranjas para su posterior venta. Esto ha llevado a la Guardia Civil a incrementar el control sobre las almazaras y almacenes de venta de fruta, para así establecer una trazabilidad clara de los productos que se están vendiendo en cada uno de ellos. A principios de marzo, por ejemplo, la Guardia Civil recuperó en Osuna más de 85.000 kilos de aceitunas que habían sido robadas en fincas entre Gilena y Osuna y estaban siendo revendidas. En esta operación fueron detenidas nueve personas, todas ellas de nacionalidad rumana.

En el caso de los robos de cobre, en la provincia actúan bandas más o menos organizadas. La mayoría de los hechos delictivos son pequeños hurtos que suelen ser considerados faltas y no delitos porque el valor de lo robado es habitualmente inferior a los 400 euros. Todas estas infracciones suelen cometerse de noche y los autores pueden actuar tanto solos como en grupo, que en algunos casos son clanes familiares.

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