La Trinidad deberá esperar

La crisis económica y la lentitud burocrática paralizan la construcción del conjunto residencial de la Fábrica de Vidrio y la restauración de este Lugar de Interés Etnológico

La Trinidad deberá esperar
La Trinidad deberá esperar
Luis Sánchez-Moliní

25 de agosto 2008 - 05:03

Aunque fue declarada por la Junta como Lugar de Interés Etnológico en septiembre de 2001, la antigua Fábrica de Vidrios de la Trinidad (uno de los pocos ejemplos de patrimonio industrial de principios del siglo XX) sigue languideciendo sin que se acometa ninguna obra de restauración.

El principal problema no es otro que la ralentización que está sufriendo el proyecto urbanístico por el que la promotora inmobiliaria Edificarte levantará en el solar 200 viviendas de renta libre y en el que se prevé la restauración de la nave principal del antiguo complejo fabril y de su gran chimenea (los dos elementos protegidos) como un equipamiento municipal.

Aunque Edificarte ya ha abierto una lista de espera para que los interesados en adquirir una vivienda en esta promoción puedan apuntarse, lo cierto es que el asunto va para largo. Según dijo a este periódico el gerente de la empresa , José María Jiménez, "tanto la lentitud en las gestiones administrativas como la actual crisis económica" hacen que la promoción, que ya se publicita en la página web de la empresa con el nombre de Baluarte, vaya mucho más lenta de lo deseado. Tanto, que todavía no están finalizados ni los proyectos definitivos de las viviendas y de la restauración del inmueble histórico ni, como consecuencia, tampoco se cuenta con la licencia de obras.

La nueva Ley de Patrimonio Histórico es meridianamente clara cuando dice en su artículo 14 que los propietarios de cualquier bien integrante del patrimonio andaluz "tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos". Es decir, que la última responsable de la restauración de la Fábrica de la Trinidad es Edificarte, que esperará a que la rentabilidad de la promoción esté asegurada (la venta es sobre planos) para iniciar las obras. La Trinidad, probablemente, deberá esperar a que se despejen los nubarrones que se ciernen sobre el negocio inmobiliario para poder lucir en todo su esplendor.

Aunque José María Jiménez no quiere dar aún estimaciones de cuánto costará el metro cuadrado en los pisos de la Trinidad, previsiblemente, éstos no serán baratos si se tiene en cuenta que, debido a la presión inmobiliaria, los pisos del barrio de Miraflores (antiguamente de carácter obrero) se equiparan a los del Casco Antiguo (6.678 euros por metro cuadrado).

Otro problema que aún no ha encontrado solución es el del futuro uso de la fábrica, algo de vital importancia a la hora de intervenir en el edificio. Aunque la delegada de Cultura, Maribel Montaño, aseguró recientemente a los miembros de la plataforma Salvemos la Trinidad (una asociación que pretende subir el nivel de protección de la factoría) que la nave principal de la fábrica se convertiría en un "gran centro cultural de ámbito metropolitano", la verdad es que, hasta la fecha, no se ha explicado ni el proyecto ni la financiación con la que contaría. En palabras de Basilio Moreno, de la Asociación Retiro Obrero y uno de los miembros más activos de Salvemos la Trinidad, "el Ayuntamiento, lo único que está haciendo, es vender humo. Dos meses después de la reunión, no hemos vuelto a tener noticias de Montaño".

Desde Salvemos la Trinidad no se critica el proyecto de Edificarte, conscientes de que será un espacio de calidad más para la zona de Miraflores y de que es fundamental para la restauración de la nave principal. Eso sí, pese a sus esfuerzos, no han conseguido que el Ayuntamiento aumente el nivel de protección del conjunto, indultando a otras naves de menor importancia, algo que creen compatibles con la promoción.

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