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Sevilla

El Pabellón Vasco albergará un Instituto de Oftalmología

  • El centro hospitalario, que se ha especializado en cirugías ambulatorias, se convertirá en referente a partir del próximo verano para tratamientos oculares

El Hospital Duques del Infantado, más conocido como pabellón vasco, albergará un Instituto de Oftalmología, que concentrará las consultas y los procedimientos quirúrgicos ambulatorios para tratar problemas oculares, que ahora se realizan en los centros de especialidades dispersos de las áreas hospitalarias Virgen Macarena y Virgen del Rocío. "En principio, el plazo previsto para la creación del Instituto de Oftalmología es el verano del próximo año 2016", explica el doctor Juan Luis López Romero, director médico en el Virgen del Rocío, quien avanza que este centro aspira a convertirse en referente andaluz y nacional.

Dentro del proyecto de fusión hospitalaria, la creación de un centro único de referencia para consultas y procedimientos quirúrgicos en Oftalmología supondrá la creación de una única lista de espera de pacientes que ahora están repartidos entre el Hospital Macarena y del Virgen del Rocío, de modo que los tiempos serán los mismos en ambas áreas una vez que comience a funcionar. "Con este proyecto mejorarán los resultados en salud, por ejemplo, en términos de equidad, ya que todos los pacientes serán atendidos por el mismo equipo en el mismo tiempo de espera", añade el responsable médico. Además, la concentración de especialistas, recursos y tecnología favorecerá el desarrollo de proyectos de investigación así como el impulso de ensayos clínicos en la búsqueda de nuevos tratamientos para pacientes que carecen de opciones.

Un único Instituto de Oftalmología profundizará en la superespecialización del personal sanitario para casos muy complejos. "Es lo que ahora se está haciendo en Europa. Centros que se especializan en patologías concretas, problemas de Oftalmología, cáncer, etcétera", explica el responsable médico, quien afirma que la unión de los dos hospitales sevillanos crearán un centro que, por volumen de pacientes y procedimientos, se ubicará en el primer nivel en el ámbito nacional. "Será el tercero en importancia en Europa", vaticina el doctor López Romero.

Los avances en las técnicas quirúrgicas y en tratamientos de Oftalmología permiten que la gran mayoría (95%) de las cirugías oculares sean ambulatorias sin requerir el ingreso hospitalario de los pacientes.

Desde hace años el Duques del Infantado ha centralizado en sus servicios este tipo de intervenciones para distintas especialidades.

Tras una reforma integral realizada el pasado verano, los cuatro quirófanos de alto rendimiento que funcionan en este centro se han adaptado a las necesidades de este tipo de operaciones. Hasta la inauguración de los quirófanos renovados, el pasado 5 de octubre, el diseño de las salas respondía a las necesidades de los procedimientos oncológicos para los que, en un principio, fueron diseñadas.

El Hospital Duques del Infantado fue construido para la Exposición Iberoamericana de 1929 y representó al País Vasco durante la muestra, de ahí que sea conocido popularmente como el pabellón vasco. El edificio fue cedido por el Ayuntamiento de Sevilla y, con fondos de los municipios de la provincia, fue reconvertido en hospital. En 1973 se inauguró como Centro Oncológico Regional para cuidados de pacientes con cáncer, y desde entonces ha sido sometido a reformas y ampliaciones. "En los años 90 la atención de Oncología se trasladó al Hospital General Virgen del Rocío y desde entonces la asistencia en Duques del Infantado se ha orientado hacia la cirugía mayor y menor ambulatoria", recuerda el responsable médico. Varios planes han sobrevolado sobre este edificio histórico en los últimos años. En un convenio entre el Ayuntamiento y la Consejería de Salud rubricado en 2005 ambas administraciones acordaron la creación de un centro de salud de 1.500 metros cuadrados en este punto de la ciudad, proyecto que quedó en el abandono.

Tras las últimas reformas ejecutadas en el área de consultas, que fueron renovadas en 2014, y en el área de quirófanos, que se ha realizado este verano, los nuevos espacios seguirán orientados a la cirugía ambulatoria. En estos momentos el Hospital Duques del Infantado atiende a pacientes del área del Virgen del Rocío, pero dentro del plan de fusión, a partir del verano de 2016 atenderán también a pacientes del área Macarena.

El 40% de las intervenciones que se realizan en estos quirófanos son oftalmológicas como cataratas o tratamientos de la retina. El resto de la actividad quirúrgica son tratamientos de cirugía general (hernias, vesícula, tiroides parciales y problemas anorectales como fisuras o hemorroides principalmente); Otorrinolaringología, principalmente operaciones infantiles de amígdalas o tabique nasal, que no requieren ingreso; Traumatología, como cirugías menores de hombro. También alberga consultas de Urología, una Unidad del Corazón y un Hospital de Día de Medicina Interna, donde se realizan tratamientos intravenosos ambulatorios. Todas estas áreas asistenciales están distribuidas en el edificio histórico que se utilizó como pabellón vasco en la Exposición Iberoamericana; y en una edificación posterior que supuso una ampliación para las consultas externas.

Otro de los proyectos previstos que afectan a este centro es el traslado del acelerador, que se ubica en un búnker, al Hospital General Virgen del Rocío, donde quedaría centralizada la tecnología para las pruebas oncológicas del área hospitalaria. El espacio que deje el acelerador, una vez que se lleve a cabo el traslado previsto, dejará una zona que previsiblemente estará dedicada a la Clínica del Dolor. Al ocupar el espacio de un quirófano, la sala que hoy en día alberga el acelerador quedaría libre, de este modo, para tratamientos de dolor crónico.

Mientras estos proyectos planificados por los gestores de la sanidad pública se llevan a cabo, los cuatros quirófanos continuarán funcionando al 100%, mañana y tarde, para intervenciones de cirugía mayor ambulatoria y cirugía menor. Cada día en estos quirófanos se realizan 48 intervenciones quirúrgicas.

El trabajo del personal de Enfermería es crucial en este tipo de tratamientos sin ingreso. Los pacientes regresan a casa con un kit del posoperatorio y con indicaciones de las enfermeras para los cuidados en los días siguientes tras la intervención. El centro mantiene las 24 horas un teléfono que los pacientes pueden utilizar durante la recuperación en el domicilio.

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