El de ayer fue probablemente el día más internacional en la historia del Hogar del Pensionista de Los Palacios y Villafranca, que recibió la visita de unos 60 seniors de seis países (Francia, Eslovenia, Rumanía, Letonia, Grecia y Bulgaria) en el que ha sido el primer encuentro multinacional de Seniors in Action, un programa que lleva a cabo la Asociación cultural Ecose, a con el apoyo de la Dirección General de Educación y Cultura de la UE, dentro del programa de Aprendizaje Permanente.

La formación permanente de una población que, en Europa, envejece a pasos agigantados es uno de los objetivos de la UE y de este programa que conecta a los mayores con los jóvenes. "Los seniors", apunta Sofía Athanasiadou, responsable de la actividad, "poseen una reserva de conocimiento, un patrimonio cultural muy importante que no se puede desaprovechar. Por ello, entrenamos sus capacidades para transmitir esos conocimientos, en especial a los más jóvenes, niños de 9 a 12 años".

Y son conocimientos muy especiales. Por ejemplo, François Guillemin es un bretón que ha recorrido medio mundo haciendo magia, aunque es profesor de lengua francesa. Ayer, hacía trucos como el de guiar a un enanito en un bote de agua que los otros pensionistas no lograban imitar. "En Francia la situación de los ancianos es buena, no sé qué pasará con la crisis, aunque algunos tienen que seguir trabajando porque no tienen casi nada", decía. Estar activo, añade, depende mucho "de las personas. De su salud, por ejemplo". Ahora, añade, es más fácil aprender magia. "Hay DVDS, libros... yo he escrito diez. Quería ir al Festival de Magia de Marraquech, pero, aunque soy mago, no puedo estar en dos sitios a la vez", decía riendo.

Tienen mucho que enseñar estos mayores. Incluso saberes que van desapareciendo: el esloveno Martin Tomazic, cómo criar animales autóctonos de su país; sus compatriotas Danica Jordan y Zlatko Tisljar, a hacer películas y esperanto; el letón Peteris Sostaks, a jugar al ajedrez; los griegos Zisis Giotsas y Ifaistion Natsioulis, a producir queso feta y vino, respectivamente, que dieron a probar ayer en el encuentro. La búlgara Milka Mihaylova reproduce cuadros famosos en sus tapices a mano ...

Artesanías, danzas tradicionales, juegos, cómo poner una mesa pero también como afrontar conflictos familiares o llevar un estilo de vida sano. Muchas de estas experiencias han sido grabadas en un DVD, subtitulado en español, que fue visionado ayer durante el encuentro y entregado a los directores de los centros escolares de la localidad sevillana.

En realidad, pocos se quedaron a ver el DVD. Mientras que los pensionistas locales se agolpaban en el bar (las costumbres patrias), muchos de los extranjeros agarraban sus sillas y se iban al exterior, donde se iba preparando la fiesta. Entre ellos, la letona Olga Deksne, profesora de cerámica, quien disfrutaba del sol recordando que en su país la noche pasada el termómetro registró -12 grados centígrados. "En Letonia ha habido muchos cambios, pero no se ha perdido el respeto a los mayores. Si tú respetas a los jóvenes, ellos te respetan a ti".

El líder del grupo rumano, Vasile Deac, recordaba que en su país los mayores no lo tienen fácil. "Sobre todo los jubilados del campo, que pueden recibir unos 100 euros al mes". Aun así, añade, hay actividades y clubes como el Hogar del Pensionista anfitrión.

Allí estaban Manuel Sánchez y Manuel Guardiola, palaciegos que nunca han salido de España y que estaban disfrutando de la visita "aunque no podemos hablar con ellos". "Yo llegué a Madrid, pero por trabajo", decía el segundo, trabajador de las marismas, y a quien no le importaría contar sus experiencias a los jóvenes.

Pedro Otero, antiguo forjador y presidente del Hogar, ya lo ha hecho. Y dice que, a sus 75 años, no para con tanto taller de yoga, gimnasia, bailes, manualidades o toros que hay en el club. "Estoy demasiado activo", se reía.