Aunque Andrés Aranda siente a la barriada de El Cerezo como su segundo barrio, "ya que me crié en la Puerta Real y soy de la Hermandad del Museo", lo cierto es que su actividad se vuelca por completo en esta zona del Distrito Macarena, en la que vive desde que se casó en el año 1971. Mucho ha cambiado este barrio del que Aranda presume: "No se trata de un barrio marginal que sí muy comercial, de hecho, cuando se fundó fue el único barrio del extrarradio de la ciudad cuyas viviendas no estaban protegidas, eran de renta y venta libre y donde siempre se ha vivido muy bien", y añade: "Por eso, hoy defendemos lo nuestro con mayor ahínco". Jubilado, desde hace dos años preside la Asociación de Vecinos de El Cerezo. Su cometido es el de atender las demandas de los vecinos de una zona en la que, según el censo oficial, viven unas 2.300 personas y en la que el 25% son inmigrantes. "Son muchos los inmigrantes que no están censados por lo que estimamos que viven muchas más personas, además, hay que tener en cuenta que muchos estudiantes universitarios que arriendan viviendas aquí tampoco están empadronados, lo que ahora nos está ocasionando problemas con la nueva facturación de Emasesa". En estos dos años problemas como la inseguridad y limpieza de las calles han pasado a un segundo término y han dejado paso a "la crisis", reseña Aranda, quien destaca el apoyo que los vecinos han dado a 17 familias que se encontraban en una situación de total desamparo.