Penetrar con el coche en el casco antiguo sin reloj a partir del próximo verano puede ser temerario. Máxime con el blindaje al tráfico que el Ayuntamiento de Sevilla aplicará en modo de ensayo después de Semana Santa y que limitará a 45 minutos el tiempo de circulación de los no residentes en vehículo privado por el distrito Casco Antiguo so pena de multas de 90 euros. Ésa es una de las principales restricciones que la Delegación de Movilidad aplicará ahora, con tres años de retraso sobre el calendario inicial previsto, y que además prevé sanciones por el mismo importe para quienes osen atravesar en coche el centro en eje norte-sur y este-oeste, ya que el gobierno local dividirá el casco antiguo en cuatro subsectores mediante una cruz que obliga a entra y salir en coche por la misma zona. Cruzar las calles fronterizas conllevará multa de 90 euros, también para los sevillanos residentes en el casco antiguo. Con ello, el Consistorio pretende poner fin a la costumbre de los conductores de utilizar el centro como itinerario de paso hacia otras zonas, por lo que ya no será posible, por ejemplo, acceder impunemente por la Puerta de Carmona, atravesar la Alfalfa y la Avenida y salir por el Arenal en dirección a Triana, como hasta ahora, ya que el sistema de cámaras que grabarán las matrículas de los vehículos remitirán a quienes lo hagan sanciones de 90 euros.

La nueva restricción al tráfico afectará a los 110.000 vehículos al día que se desplazan por el interior del centro actualmente, de los que 40.000 son propiedad de residentes censados en el Consistorio y el resto de personas allende el distrito. Estos datos fueron avanzados ayer en rueda de prensa por el delegado municipal de Movilidad, el socialista Francisco Fernández, quien argumentó que Sevilla "no está haciendo nada a contracorriente" sino que aplica planes de tráfico y métodos puestos en uso en otras capitales, entre las que citó Londres, Estocolmo, San José de Costa Rica y, dentro del panorama nacional, Málaga, Granada, Burgos y San Sebastián,

El sistema contempla la instalación de un sistema de cámaras y aplicaciones informáticas en las entradas y salidas habilitadas en cada uno de los cuatro subsectores en los que se dividirá el centro. Estas cámaras grabarán las matrículas de los vehículos cuando penetren en la zona centro y cribarán a los residentes -que anteriormente deben ceder sus datos a Tráfico para obtener el correspondiente permiso de libre circulación- de los que no lo son, quienes dispondrán de 45 minutos para volver a abandonar el centro por la misma zona por la que accedieron. Esta restricción estará vigente de lunes a sábado de 8:00 a 22:00; fuera de ese horario y en los festivos estará permitida la libre circulación sin límite por minuto.

Podrán circular libremente los residentes -siempre y cuando sean titulares de los vehículos, tengan estos censados en la zona centro y paguen el sello del coche en Sevilla capital -, el transporte público, los clientes de los hoteles, la carga y descarga y los ciclomotores y motocicletas. Movilidad está aún pendiente de decidir qué hacer con los vehículos de los minusválidos y con los coches eléctricos, puesto que el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, se había comprometido a permitir el libre acceso al centro.

Hay dos peculiaridades más. Los residentes tendrán derecho a la libre circulación, pero por su subsector (si viven en la Macarena no podrán cruzar hacia la Encarnación para salir por la Puerta Osario, lo que conlleva multa). Y una más: habrá una excepción con los no residentes que aparquen en cualquiera de los aparcamientos públicos ubicados dentro del centro. Para ellos no computarán los 45 minutos, ya que cada parking tendrá una cámara que grabará las matrículas de los vehículos para demostrar que estacionaron en soterrado.

El cronograma avanzado ayer por Movilidad para la implantación del sistema es el siguiente. No habrá restricción al tráfico durante Semana Santa, pero después de las Fiestas de Primavera comenzará a aplicarse el plan en pruebas y a remitir a los infractores boletines de denuncia con valor informativo, que no punitivo. Será después del verano, en septiembre posiblemente, cuando el Ayuntamiento aplicará el plan en toda su extensión. Hasta entonces, Fernández se comprometió a activar campañas informativas, poner en marcha una web y abrir una oficina de atención al ciudadano en el centro para solventar las dudas del plan de tráfico.