Universidad Primeros problemas en la adaptación de la Hispalense a Bolonia

Cuando el problema es el máster

  • Los alumnos del Máster de Formación del Profesorado se manifiestan hoy ante el Rectorado para protestar por la "nefasta organización" de un curso por el que han pagado hasta 1.400 euros más que el antiguo CAP

Lo que era un molesto ruido de fondo en los pasillos universitarios se ha convertido, definitivamente, en un clamor que tiene algo de rebelión. Los alumnos del Máster de Formación del Profesorado de Educación Secundaria (MAES) han convocado para hoy una manifestación frente al Rectorado de la Universidad de Sevilla para protestar por la "pésima gestión" de un curso que se supone los debe habilitar como futuros docentes de instituto, pero que, sin embargo, "no sirve más que para perder el tiempo y el dinero", afirma José Manuel Velázquez, uno de los 800 estudiantes que se ven perjudicados por la situación.

"Tenemos infinitas razones para manifestarnos", indica Velázquez, "desde el retraso de un mes en el arranque del máster hasta el cambio sin previo aviso de las condiciones con las que nos matriculamos, pasando por la ineficacia de muchos profesores". Además, otro asunto que indigna es el económico: el antiguo Curso de Adaptación Pedagógica (al que sustituye el MAES) costaba unos 250 euros, mientras que este máster tiene un precio de algo más de 1.680 euros. "Pagar mucho más para recibir peor formación", dice.

Esta manifestación, que se desarrollará a las 12 y que cuenta también con el apoyo de los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación, será la primera en Sevilla para protestar por el deficiente funcionamiento de una titulación del nuevo Espacio Europeo de Educación Superior (conocido por todos como Plan Bolonia).

Los estudiantes achacan las numerosas deficiencias en el funcionamiento del máster a que se "tuvo que improvisar en un mes". Según argumentan en un comunicado, el Rectorado solicitó la moratoria de un año para poner en marcha el MAES, algo que no le fue concedido, por lo tuvo que organizarse con más que prisas. "De esta carencia absoluta de organización se han derivado, como no podía ser de otra forma, infinidad de problemas, algunos de ellos bastante graves", reza el escrito.

Uno de estos problemas, quizás el más peliagudo, es el de la actitud y formación pedagógica de cierto profesorado, no siempre a la altura de lo deseable. Los alumnos distinguen claramente entre dos tipos de docentes, los de la Facultad de Ciencias de la Educación, "que se están volcando y tomando muy en serio su trabajo", y los de las distintas especialidades, "la mayoría de los cuales se quejan ante nosotros de tener que impartir estas clases y nos enseñan cosas que poco tienen que ver con el programa del máster". También está el asunto de las prácticas, que no se iniciarán hasta mayo, cuando en otras provincias como en Cádiz ya está en marcha desde hace tiempo.

Pero, sobre todo, lo que más enerva a los estudiantes es el continuado ninguneo al que se han visto sometidos cada vez que han tenido una reunión con los responsables del máster para intentar solucionar los problemas. "Lo que hemos recibido ha sido una larga lista de promesas, las cuales han sido incumplidas en su totalidad, además de un rosario de acusaciones y reproches dirigidos a otros organismos e instituciones para desviar la responsabilidad de este desastre".

Según José Manuel Velázquez, ayer recibieron una llamada de la Universidad para mantener por la tarde una reunión. "Esto no se puede solucionar con prisas para evitar una manifestación. Estamos dispuestos a negociar tranquilamente para que en las próximas ediciones del máster no se cometan los mismos errores, aunque para nosotros sea ya demasiado tarde".

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