No vio cómo sus compañeros de piquete rompieron el cristal y la emprendieron contra el mobiliario de un bar de la calle Alfonso XII. La culpa de todo fue de la Policía Nacional por "acosar" a los huelguistas. Se trata de los principales argumentos esgrimidos en su defensa por el edil de Economía y Empleo del Ayuntamiento, Carlos Vázquez (IU-CA), tras verse sorprendido por una grabación que muestra cómo integraba el piquete que empleó la violencia para forzar el cierre de un establecimiento del centro abierto durante la mañana del miércoles. De las imágenes no se deduce ningún comportamiento violento por parte de este edil, pero sí que estaba plenamente integrado y que no recriminó a sus compañeros en ningún momento.

El PP, a través de Juan Ignacio Zoido, el PA por medio de su candidata a la Alcaldía, Pilar González, y la Asociación Provincial de Hostelería exigieron el cese fulminante de este edil. La Confederación Empresarial de Sevilla (CES) ha calificado de "lamentable" la actitud del edil, que forma parte de la Corporación municipal por designación directa del alcalde de acuerdo con la Ley de Grandes Ciudades. La patronal emitió un comunicado lamentando que "un delegado de Economía y Empleo del que, en teoría, todos esperamos que esté defendiendo la actividad empresarial y la promoción del empleo, forme parte de un piquete violento que, en la jornada de huelga, sobrepasó con creces los objetivos y límites que dicen marcar ese tipo de acciones informativas, forzando el derecho constitucional a no secundar la huelga que también asiste a empresarios y trabajadores". 

Vázquez se declaró "orgulloso" de haber participado en el piquete en cuestión. Dijo reprobar "absolutamente" el uso de la violencia y alegó que no pudo "percibir directamente" las acciones manifiestamente violentas de sus compañeros de piquete. Justificó los hechos en la "provocación sistemática" de los agentes de la Policía Nacional y descartó cualquier posibilidad de dimitir, pese a que el líder de la oposición y representantes del empresariado local así lo han demandado. 

Vázquez no tuvo más remedio que convocar apresuradamente a los medios para dar explicaciones ante la polémica surgida por su participación en el polémico piquete, donde también se integraba el director general del área de Juventud y Derportes del Ayuntamiento, Pedro Miño (IU). Citó a los medios a la misma hora que la comparecencia de los jueves de la portavoz del gobierno, Nieves Hernández (PSOE). Toda una contraprogramación. El edil de Empleo calificó su participación en el piquete como un "ejercicio de coherencia política", dada su militancia en IU-CA y el respaldo de esta fuerza política a la huelga general promovida por los sindicatos contra la reforma laboral y los recortes sociales. Aseguró que su piquete fue "hostigado, presionado y provocado sistemáticamente" por la Policía Nacional "desde que arrancó". Confesó sentirse "sorprendido" al contemplar cómo algunos agentes motorizados "estaban avanzado" hacia el piquete informativo "subiendo las motos por las aceras" incluso, cuando, repentinamente, "se produjo un incidente violento, un incidente que no pude percibir directamente y que se saldó con el vuelco de una mesa" en el bar perjudicado. "Me cogió por sorpresa un fuerte ruido y, después, pude comprobar que había una mesa volcada. Tampoco le di mayor importancia al hecho -continuó- y en aquel momento relativicé bastante la cuestión. Lo que más me preocupaba es que no hubiera enfrentamientos con la Policía porque estábamos acosados".