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Sevilla

El SAS retira al vigilante a los siete días de la agresión en Macarena Norte

  • El CSIF exige el traslado del equipo de salud mental al ambulatorio Alamillo

Los trabajadores de salud mental Macarena Norte, que ofrecen asistencia médica en unas caracolas instaladas hace ya un lustro, exigen al Sistema Andaluz de Salud (SAS) la reincorporación del vigilante. La Administración optó la semana pasada por retirar al agente de seguridad sólo siete días después de la agresión que sufrieron cuatro especialistas, dos psiquiatras y dos psicólogos, por parte de un paciente, que también insultó a usuarios de este dispositivo de salud mental.

En estos momentos, los sistemas de seguridad en este punto asistencial se centran en un portero automático y en una reja instalada para que la auxiliar administrativa, que atiende a los usuarios, controle el acceso. "El portero electrónico es contraproducente porque impedirá la evacuación del centro en caso de emergencia o de necesidad", advierte Fernando Castelló, presidente del sector de Sanidad en el sindicato CSIF. El subdirector de servicios generales del Hospital Virgen Macarena, Javier Soto, por su parte, explicó que este equipo de salud mental cuenta con un vigilante localizado, pero sin presencia permanente en las instalaciones prefabricadas. Para los trabajadores no es suficiente y temen nuevos ataques.

El CSIF ha remitido dos escritos a la dirección gerencia del Hospital Macarena y a la Delegación Provincial de Salud para reclamar que "se coloquen de inmediato las medidas que se reflejan en la normativa de Prevención de Riesgos Laborales y en el protocolo de agresiones", como son los timbres antipánico en todas las consultas y las cámaras de vigilancia, tanto en el interior como en el exterior.

Las caracolas que albergan al equipo de salud mental Macarena Norte se colocaron en 2006, de manera provisional, hasta el traslado previsto al nuevo centro de salud Alamillo, que se inauguró en abril del año pasado. La instalación del equipo de salud mental en el nuevo edificio Alamillo acumula ya once meses de retrasos. El CSIF ha solicitado a la Delegación de Salud que se acometa este cambio de una vez. Las caracolas no son las instalaciones más adecuadas para prestar asistencia sanitaria y se han quedado obsoletas tras cinco años. Este dispositivo Macarena Norte cuenta con 15 consultas y atiende a una población de 110.000 habitantes.

Javier Soto precisó ayer, a través de Europa Press, que el desplazamiento al ambulatorio Alamillo se realizará en el plazo de un mes. Unas obras para reforzar la seguridad de los pacientes y la reordenación del espacio en el centro Alamillo son varios de los escollos que han frenado, de momento, el traslado de salud mental.

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