Quizás a no muchos les suene el nombre de Francisco Arias de Bobadilla. La cosa cambia si hablamos del que era su título nobiliario, conde de Puñonrostro. Aun así, a los sevillanos les resultará familiar porque una de sus calles guarda esta denominación, pero son pocos los que realmente conocen al personaje y su relevancia histórica. Este profesor de ESO de Geografía e Historia, ya jubilado, es el responsable de sacar a la luz la vida y obra de "tan ilustre caballero" en la tesis doctoral que recientemente presentó bajo el título Francisco Arias de Bobadilla, conde de Puñonrostro. Asistente de Sevilla (1597-1599). "El conde de Puñonrostro llega a Sevilla en una época de importancia estratégica de la misma como cuna del mundo que era. Lo hace como asistente, un delegado del rey que se preocupa de que se cumplan sus órdenes". Tras la presentación de quien fue elegido para desempeñar esta autoridad por "su currículum militar de primer orden", el historiador se conmueve narrando su paso por múltiples archivos españoles a lo largo de los años que ha estado investigado esta figura. "Me he sentado con algunos de los hispanistas más importantes y he llegado a contactar con familiares del noble. Todo un privilegio". Tanto ahondó en éste que, bromea, "llegó un momento que escribía al estilo del siglo XVI". Una pasión por la investigación que dio sus frutos al serle otorgada la calificación de cum laude.